Lamentó la decisión de Griesa
Capitanich aseguró que "ha habido clara parcialidad" en Pollack
martes 05 de agosto de 2014, 10:24h
El jefe de Gabinete dijo que en la labor del mediador designado por el
juez Thomas Griesa hubo "mala comprensión, incapacidad manifiesta, y
marcada incompetencia para resolver un problema".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a cuestionar
al mediador Daniel Pollack en el litigio con los fondos buitre, y reclamó una
legislación que evite la acción de estos grupos especuladores porque "el
mundo no puede estar en un anarcocapitalismo".
Durante su habitual conferencia de prensa matutina en la
Casa de Gobierno, Capitanich dijo que en la labor del mediador designado por el
juez Thomas Griesa, Daniel Pollack, hubo "mala comprensión, incapacidad
manifiesta, clara parcialidad y marcada incompetencia para resolver un
problema".
El jefe de Gabinete consideró "una contradicción
absoluta" la postura de algunos dirigentes de la oposición, que reconocen
que la Argentina no puede disponer acciones que sean violatorias de la cláusula
Rufo y al mismo tiempo dicen que el gobierno debió haber negociado con los
buitres.
Ratificó la posición oficial de avanzar en una negociación
sobre "bases justas, sustentables y equitativas", y remarcó que el
gobierno nacional canceló deuda por 190 mil millones de dólares en once años.
Capitanich señaló que algunos analistas no oficialistas,
como Andrés Oppenheimer, reconocen que la posición del país es la correcta, y
aseveró que "Argentina ha hecho lo que tenía que hacer: defender su
condición de país soberano".
Respecto de las acciones a llevar a cabo en los foros
internacionales, indicó que el mundo está reclamando la cobertura de un vacío
jurídico legal en reestructuraciones de deuda, y mencionó como ejemplo la ley
de quiebras, donde existe una instancia sobre la mayoría y de cumplimiento
obligatorio de la minoría, y "acá no existe esto".
"Es un nivel de usura inaceptable", afirmó el Jefe
de Gabinete, y reclamó el diseño de una legislación internacional que se
aplique en las reestructuraciones de deuda soberanas en la cual "los
objetivos estén claros para los acreedores y sea un desincentivo para los
grupos buitre".
Por lo expuesto, Capitanich enfatizó que "el mundo no
puede estar en un anarcocapitalismo. No puede estar bajo una espada de
Damocles", bajo la acción de "grupos oligárquicos".