Un ministro indignado
Randazzo desmintió que haya una "privatización" del sistema ferroviario
miércoles 12 de febrero de 2014, 23:50h
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo,
aseguró que "no hay ninguna reprivatización del sistema ferroviario", y rechazó
las "opiniones" de quienes "salen a tergiversar el sentido de la
decisión" que adoptó el Gobierno, ya que "tienen mala intención y
buscan confundir a la gente".
Tras subrayar que el nuevo régimen aprobado para las líneas
Mitre, San Martín, Belgrano Sur y Roca no significa la
"reprivatización" de los trenes del área metropolitana, el ministro
enfatizó que el sistema sigue dependiendo de la Sociedad Operadora Ferroviaria
Sociedad del Estado (Sofse).
"Ninguno de los que salen hoy a opinar y tergiversar el
sentido de la decisión que tomamos hizo nada a favor de los ferrocarriles. Es
más, muchos de ellos fueron cómplices de la destrucción del sistema, por acción
u omisión", señaló Randazzo en un comunicado.
Apuntó que "quienes hablan de una reprivatización del
sistema ni siquiera leyeron la resolución que salió publicada en el Boletín
Oficial, o como sucede a diario lo que tienen es mala intención y buscan
confundir a la gente".
Dijo que la decisión adoptada por el Gobierno "pone la
mirada sobre el pasajero, que es el principal actor del sistema. Por eso se
obliga a las empresas a presentar planes anuales sobre las frecuencias de los
trenes, su mantenimiento, limpieza de estaciones y calidad de los servicios".
Indicó el ministro que "creamos un nuevo régimen de
penalidades que prevé sanciones más duras y de más rápida aplicación para el
caso que no cumplan con el mejoramiento del servicio".
En una resolución publicada en el Boletín Oficial, el
ministro aprobó los nuevos acuerdos de operación ferroviaria para las líneas
Mitre, San Martín, Belgrano Sur y Roca con el objetivo de "mejorar la calidad
de los servicios e incrementar el control sobre las empresas que operan los
trenes del área metropolitana de Buenos Aires".
El nuevo régimen de operación que obliga a las empresas a
presentar planes anuales sobre las frecuencias de los trenes, su mantenimiento,
limpieza de estaciones y calidad de los servicios, y además, destacó Randazzo,
se estableció "un estricto régimen de penalidades para sancionarlos en el
caso en el que no se cumplan estas pautas".
Las penalidades se aplicarán en caso de incumplimientos en
la oferta de servicios, cuando los trenes sean cancelados o suspendidos, las
formaciones contengan coches "de menos" en los horarios pico, por
impuntualidad, por cualquier tipo de interrupción del servicio, por no mantener
la limpieza en las estaciones y en las formaciones, o por constatarse falta de
seguridad en el sistema.
Respecto de las empresas a cargo de la operación "lo que
hicimos fue normalizar una situación de emergencia que se había extendido
durante años con la existencia de la UGOFE y la UGOMS, que tenían a dos
empresas conviviendo por cada línea", señaló el ministro.
Para ordenar esa situación, "se le asignó a cada empresa una
línea diferente, estableciéndose así de manera más clara las responsabilidades
en la operación, pero la estatal SOFSE sigue siendo quien conduce el sistema
ferroviario".
Explicó que "en 2013 pusimos a la SOFSE como cabeza del
sistema, porque creemos que el Estado siempre debe estar presente, regulando y
controlando. Y también tomamos la responsabilidad de que sea el propio Estado
el que opere la línea Sarmiento, poniéndola en competencia con los privados del
sistema".
"Nuestro gran desafío es demostrar que el Estado puede ser
mejor que los privados, tal como lo hicimos con el DNI o el Pasaporte. Lo mismo
vamos a hacer con los trenes", ratificó el Ministro.
Recordó que "hemos sido claros desde el primer día: nuestro
único compromiso es con los pasajeros, y hemos dispuesto estos nuevos acuerdos
que incrementan el control y la presencia del Estado para que el servicio se
preste con calidad".