Revisarán los antecedentes de todos
Crean una comisión médica para evaluar el estado de salud de los represores imputados
lunes 29 de julio de 2013, 14:10h
Los ministerios de Justicia, Defensa y Salud firmaron un
convenio por el cual revisarán los antecedentes médicos de todos los imputados,
procesados o condenados por delitos de lesa humanidad, que ya no podrán ser
trasladados para su atención a hospitales de las Fuerzas Armadas, y así evitar
situaciones de fuga como la ocurrida la semana pasada con los represores Jorge
Olivera y Gustavo De Marchi.
"La medida apunta a verificar si realmente existen
causales para requerir una atención determinada que, en caso de necesitarla, se
prestará en el Hospital Central del Servicio Penitenciario de Ezeiza, que tiene
servicios médicos de mediana y alta complejidad suficientes para poder albergar
a civiles y militares que están imputados por delitos de lesa humanidad",
explicó el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
Para realizar las tareas de revisión de antecedentes
médicos, los ministros Rossi, Julio Alak
(Justicia) y Juan Manzur (Salud) acordaron la creación de la Comisión de
Asesoramiento Médico, que integrarán médicos representantes de los tres
ministerios: Pablo Kohan por Justicia, Eduardo Mario Bustos Villar por Salud, y
Mario Perichón, por Defensa.
El objetivo es claro: "Que no haya márgen para
situaciones como las que se produjeron la semana pasada", aseveró el
ministro Alak en referencia a Olivera y De Marchi, ambos condenados por delitos
de lesa humanidad en San Juan que se fugaron el último jueves aprovechando su
atención médica en el Hospital Militar Cosme Argerich, en el barrio porteño de
Palermo.
La Justicia de San Juan había concedido a ambos detenidos el
beneficio de su traslado transitorio a la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del
Servicio Penitenciario Federal, para ser atendidos en el Hospital Militar
Central, por los servicios de dermatología, en uno de los casos, y de
psiquiatría, en el otro.
"El Servicio Penitenciario Federal recibió una
comunicación formal de la Justicia federal de San Juan para que realizara el
traslado en tránsito de los detenidos -hoy prófugos- al Hospital Militar
Argerich, dónde tenían turnos otorgados para dermatología y psiquiatría,
cuestiones médicas que tranquilamente se podían subsanar en San Juan",
explicó Alak.
El viernes último, el Ministerio de Justicia firmó una
resolución para que "el Servicio Penitenciario no vuelva a trasladar a los
condenados por delitos de lesa humanidad a hospitales que dependan de las
Fuerzas Armadas".
En tanto, la cartera de Defensa dictó una resolución
complementaria para que los detenidos por delitos de lesa humanidad no puedan
ser atendidos en hospitales de las Fuerzas Armadas, ni para su internación ni
para tratamiento ambulatorio.
Además, según detallaron los ministros Rossi y Alak, se
ofició ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo
Lorenzetti, la gestión de una acordada que instruya a jueces nacionales y
federales para que "los privados de libertad por delitos de lesa humanidad
sean tratados en dependencias del servicio penitenciario y no en hospitales
militares".
"De ahora en más, de requerirse atención médica
especial para civiles y militares imputados por delitos de lesa humanidad, ésta
se prestará en el Hospital del Servicio Penitenciario Nacional de Ezeiza, que
cuenta con servicios de mediana y alta complejidad", puntualizó Alak.
En cuanto a la Comisión de Asesoramiento Médico, se informó
que realizarán un relevamiento de la situación de cada uno de los pacientes
imputados, procesados o condenados en causas vinculadas a delitos de lesa
humanidad, para luego sistematizar toda la información, y pasarla a cada uno de
los tres ministerios, que luego transmitirá el relevamiento a la Justicia.
Los represores Olivera y De Marchi habían sido condenados el
4 de julio último a prisión perpetua y 25 años de cárcel, respectivamente.
Olivera y De Marchi fueron trasladados desde San Juan hasta
el penal bonaerense de Marcos Paz, donde permanecieron en forma transitoria
para salir, el jueves último, rumbo al Hospital Militar bajo custodia del
servicio Penitenciario Federal.
Una vez en el tercer piso del hospital Cosme Argerich, ámbos
detenidos ingresaron a los consultorios donde debían ser atendidos, pero luego
no se los pudo encontrar.
Por otra parte, en el marco de las medidas adoptadas para
dar con el paradero de los dos represores, el Gobierno dispuso una recompensa
de 2 millones de pesos "destinada a aquellas personas que brinden datos
útiles que resultasen determinantes para la detención".
La decisión, anunciada la semana pasada, fue formalizada hoy
a través de las resoluciones 1199 y 1200, publicadas en el Boletín Oficial con
la firma del ministro de Justicia, Julio Alak.
Quienes puedan aportar información deben comunicarse
telefónicamente con el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de
Personas ordenada por la Justicia, al (011) 5300-4020.