Las entradas de la Davis llegan con polémica

Primero fue el lugar; que Córdoba, que Mar del Plata, que etc, etc. Ahora una vez elegida la ciudad Feliz para disputar la final el conflicto llega de la mano de las entradas.

Primero y principal la bronca de la gente se da con los altísimos precios de los abonos, que van desde los 400 dólares hasta los 1.400 dólares, todo un disparate para los tiempos que corren, y además mucho más elevados de los que colocan en otros países donde la gente cuenta con un mayor poder adquisitivo.
Además estos valores al volverse prácticamente inalcanzables para los sectores populares, van a generar una tribuna más “elitista” y acá surge otro planteo con respecto al aliento que pueden llegar a tener los jugadores argentinos de parte de un público más “exquisito” y no tan fervoroso.

Pero, el principal problema llega de la mano de la distribución de las localidades. El especialista Gonzalo Bonadeo cuestionó la forma de dividir la capacidad del estadio, y afirmó que es inconcebible que se le haya otorgado 1.200 boletos para los aficionados españoles y 4.400 para los locales, y esto sin despreciar bajo ningún punto de vista a los espectadores españoles, sino a la parte reglamentaria que indica que al público visitante se le otorga el diez por ciento de las localidades, y en este punto cuestionó que el 10% debería ser de la cantidad que se pone a la venta (6.600 localidades) y no del total del estadio.

El resto de las ubicaciones será destinado al protocolo, las federaciones y clubes de tenis del país y al personal de las empresas vinculadas con la organización.

Una polémica que recién empieza y que lamentablemente le saca protagonismo al aspecto deportivo, donde con seguridad se verá una final de un excelentísimo nivel.