El seleccionado volvió al triunfo pero sigue sin convencer

Había que ganar y se ganó. Pero el equipo tras un arranque demoledor, volvió a dejar muchas dudas ante un rústico equipo uruguayo, que tuvo como táctica principal el juego brusco y esperar algún descuido defensivo argentino para inquietar a Carrizo.

A pesar de la buena apuesta de Basile de colocar en cancha desde el arranque a Riquelme con Messi, Agüero y Tévez una vez más se comprobó que el hecho de juntar buenos jugadores no es garantía de buen fútbol. Aún no llegan a conformar sociedades, y, en el caso de Riquelme, se lo nota agotado, en una época del año que ya parece sentir el trajín de una temporada que no le dio descanso.

Es cierto que el juego brusco del seleccionado uruguayo impidió que Argentina tuviera un mejor juego asociado, y que el seleccionado que dirige el Maestro Tabarez debió haber terminado con algún expulsado, pero aún así –y por la calidad que tienen- se espera que estas cuatro “estrellas” puedan juntarse y brindar un mayor espectáculo.

Los goles de los delanteros Lionel Messi y Sergio 'Kun' Agüero en los primeros trece minutos del choque abrieron la esperanza argentina de romper con contundencia su racha negativa, pero el juego se ensució en la segunda parte y quedó eclipsado por una batalla de mal gusto.

Uruguay, que descontó con el tanto de Diego Lugano en los minutos finales de la primera parte, no tuvo ocasiones para alcanzar el empate.

Una derrota y cuatro empates consecutivos habían creado tensión alrededor de los jugadores albicelestes y del seleccionador Alfio Basile, por lo cual sólo una victoria podía atenuar una delicada situación que, entre otras consecuencias, interrumpió la relación entre el entrenador y la prensa.

Argentina tuvo un arranque soñado. Un centro impecable de Riquelme a los seis minutos y un remate de cabeza de Messi -una pieza de colección ya que no son usuales este tipo de realizaciones en el jugador del Barça-, ponía en ventaja al equipo local.
Siete minutos después Argentina perforó otra vez a la defensa celeste con un centro demoledor. Un remate de Cambiasso dio en un poste, se durmieron los uruguayos y el 'Kun' Agüero, con un derechazo frontal, amplió la ventaja en el marcador.

Uruguay parecía liquidado. Messi volvió a filtrarse entre los atónicos zagueros de Uruguay y a punto estuvo de marcar el tercero antes de que se cumpliera el cuarto de hora, cuando ya era demasiada la diferencia en el marcador para tan poco tiempo de juego.

Los argentinos, dispuestos a romper la racha de cinco partidos sin victorias, desequilibraron al equipo visitante con velocidad, precisión en el juego corto y la actitud de algunas de sus individualidades. Uruguay colaboraba con su deficiente manejo del balón y su notable impericia defensiva.

Los uruguayos se complicaron más al apelar a la falta como recurso. Jorge Fucile salió lesionado del campo tras una fuerte entrada contra Javier Mascherano, mientras que Sebastián Eguren y Diego Godín fueron amonestados. Varios argentinos respondieron en consecuencia y el juego sufrió un bajón.

Argentina controlaba el partido hasta que se distrajo, perdió balones intrascendentes y lo pagó. Suárez evitó que la pelota saliera del campo, envió un centro desde la derecha, Lugano la tocó al gol a los 40 ante la salida de Nicolás Burdisso y devolvía el alma al cuerpo de los jugadores de Oscar Tabárez.

El partido se calentó al máximo por la reiteración de faltas y la permisividad del árbitro paraguayo Carlos Torres, pese a lo cual Carlos Tevez y Agüero generaron acciones de peligro en los dominios del arquero Castillo en los primeros 20 minutos de la segunda parte.

Estaba arruinado el encuentro por la cantidad de interrupciones obligadas por los roces, encontronazos, errores de Torres y faltas fingidas. Se hizo infumable y al promediar el capítulo de cierre aumentaba la impresión de que habría tarjetas rojas.

El contexto y la falta de relieve futbolístico del encuentro ponían de punta los nervios locales, debido a que eran cada vez más espaciadas las ocasiones de asegurar la victoria. Uruguay tampoco atacaba, pero el peligro para ambos equipos era el árbitro, que a estas alturas pitaba sin ton ni son.

Para Basile la victoria fue “fundamental”

Alfio Basile, seleccionador argentino de fútbol, afirmó que la victoria de su equipo ante el de Uruguay por 2-1 "era fundamental" para la clasificación a la fase final del Mundial 2010.

"Ganamos bien, estoy conforme. Podríamos haber goleado en el primer tiempo, pero en el segundo no se pudo jugar. Hubo agresiones impresionantes por parte de los jugadores uruguayos y la actuación del árbitro (el paraguayo Carlos Torres) fue un desastre", comentó el técnico.

"Me gustó la actitud del equipo y la forma en que intentó jugar pese a que no se podía. Con la permisividad de Torres se complicó todo", afirmó.

Basile dijo que los futbolistas Sergio Agüero, Martín Demichelis y Javier Mascherano "terminaron lesionados y habrá que ver cómo evolucionan para el encuentro ante Chile", tras recordar que Juan Román Riquelme y Carlos Tevez serán baja por acumulación de amonestaciones.

"Tenía presión" por la racha sin triunfos en cinco partidos "pero lo que me volvió loco fue el árbitro", dijo el técnico, quien insistió en que "lo importante es que se ganó".

Alineaciones:
2. Argentina: Juan Pablo Carrizo; Javier Zanetti, Martín Demichelis, Nicolás Burdisso, Gabriel Heinze; Javier Mascherano, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme (m.71, Cristian Ledesma), Lionel Messi (m.89, Daniel Díaz); Sergio Agüero (m.71, Diego Milito) y Carlos Tevez. Entrenador: Alfio Basile.
1. Uruguay: Juan Castillo; Jorge Fucile (m.24, Edison Cavani), Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres; Maximiliano Pereira, Diego Pérez, Sebastián Eguren, Cristian Rodríguez (m.74, Carlos Bueno); Luis Suárez y Sebastián Abreu (m.74, Javier Chevanton). Entrenador: Oscar Washington Tabárez.
Goles: 1-0, m.6: Messi. 2-0, m.13: Agüero. 2.1, m.40: Lugano.
Árbitro: Carlos Torres (PAR), asistido por sus compatriotas Manuel Bernal y Tiburcio Gauto. Amonestados: Eguren, Godín, Riquelme, Suárez, Tevez, Heinze, Mascherano, Bueno, Messi, Diego Pérez.
Incidencias: Partido de la novena jornada del torneo clasificatorio del Mundial de Sudáfrica 2010 disputado en el estadio Antonio V. Liberti, 'Monumental', ante unos 43.000 espectadores.