América Latina centra sus esfuerzos en la juventud

Este encuentro trata de alcanzar alcanzar dos objetivos: por una parte, impulsar la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes y el Plan Iberoamericano de Cooperación e Integración, desarrollados por la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ) con el fin de asegurar la inclusión de los jóvenes en la región, y, por otra, crear un espacio para hacer realidad el acuerdo alcanzado en la Declaración de Santiago, en cuyo artículo 7 se señala la necesidad de desarrollar programas y políticas específicas y diseñar instrumentos legales que reflejen el compromiso de los Estados iberoamericanos con la juventud, a fin de darle las oportunidades para que contribuya a la cohesión sociales. En esa misma línea, la Cumbre de Santiago proclamó 2008 como el año de la Juventud Iberoamericana.

América Latina debe buscar solución a un problema al que también sin duda se enfrenta Europa: cómo afrontar con eficiencia y eficacia los retos políticos, económicos y sociales que plantea la globalización. Hay acuerdo generalizado en que, para tener éxito en esta tarea, es preciso trabajar para hacer más relevante a la región latinoamericana en términos económicos y tecnológicos lo que, a su vez, hace necesario revisar los modelos sociales actuales de forma que pueda establecerse un pacto social entre los distintos agentes, que, a su vez, dé lugar a un nuevo modelo económico-social que permita crecer y redistribuir el excedente de la riqueza, a través de la universalización de la educación, la sanidad y las pensiones, y abordar situaciones específicas como, por ejemplo, la que plantea el fenómeno migratorio. Para ello, se requieren reformas institucionales que permitan ganar seguridad física y jurídica ante las amenazas globales existentes.

Para tener éxito en esa tarea, es necesario asegurar la participación activa de los hombres y mujeres jóvenes de América Latina. Ellos son el futuro de la región y el motor de cambio que la región necesita para plantear y llevar a la práctica con éxito las políticas que conduzcan a una situación que sea fruto de una apuesta inequívoca por la justicia, la paz y la solidaridad. La formación de capital humano, el acceso al empleo y la participación política se presentan como retos fundamentales para los jóvenes latinoamericanos a la hora de afrontar los desafíos futuros.

De ahí la importancia de conocer sus inquietudes, dialogar sobre sus planteamientos y propuestas, intercambiar ideas sobre sus expectativas, y, en definitiva, conocer sus visiones.