Antonio Mata se niega a indemnizar a Marsans

El empresario español Antonio Mata, ex presidente de Aerolíneas Argentinas, se niega a pagar una indemnización a sus ex socios en el grupo Marsans por competir ahora con ellos en el negocio del transporte aéreo.

"Antonio Mata no paga peajes a Aerolíneas", dijo el empresario en declaraciones publicadas por el diario de negocios El Cronista, de Buenos Aires.

Mata dejó la dirección de Aerolíneas Argentinas en julio del 2006, tras las críticas que hizo al Gobierno argentino y que le valieron un enfrentamiento con sus socios en el grupo turístico español Marsans, Gonzalo Pascual Arias y Gerardo Díaz Ferrán, el primero presidente de la aerolínea Spanair y el segundo titular de la CEOE, la principal patronal española.

En agosto de 2006, ambos empresarios le compraron su parte del 30 por ciento a Mata en Air Plus Comet, sociedad que controla a través de su subsidiaria Interinvest a Aerolíneas Argentina y sus filiales y en la que Pascual y Díaz Ferrán ya poseían el 70 por ciento.

Al irse de Marsans, Mata firmó una cláusula de no competencia con sus ex socios en el negocio del transporte aéreo.

El empresario español fundó el año pasado en Argentina la línea aérea Air Pampas, que de momento no opera porque no logra adjudicarse rutas aéreas en el país.

"Air Pampas no realiza ninguna actividad aérea, todavía no puede hacerlo. Una carnicería lo es cuando vende. Un médico lo es cuando le dan la titulación. Una línea aérea no es un objeto social", dijo Mata, que no quiere pagar indemnización alguna porque argumenta que no compite porque no vuela.

"El problema de Pascual es que no sabe cómo competir conmigo, por eso puso esa cláusula en el contrato", añadió.

Mata criticó además al secretario de Transporte argentino, Ricardo Jaime, por no convocar desde hace tres años a audiencias públicas para asignar rutas aéreas, algo que el empresario español atribuye a un pedido de Pascual.
El ex presidente de Aerolíneas argumenta además que el contrato del cual se desprende la cláusula de no competencia fue firmado en España y sólo en esa jurisdicción tiene vigencia.