La decisión del gobierno de jugar con cartas poco democráticas puede
llevarlo a lugares poco agradables. El secuestro del dirigente cívico
Roberto Lenín Sandóval frente a su hija de seis años y a su esposa es
desde todo punto de vista un atentado contra los principios básicos de
la democracia y ataca directamente contra la libertad legítima de
cualquier ciudadano, sea opositor o no.
Ésta resulta ser la segunda vez que el gobierno de Evo Morales rapta y
secuestra a un ciudadano en territorio boliviano, lo esconde por
varias horas sin noticia de su paradero y además actúa sin ninguna
aprobación judicial, lo hace por que le da la gana y ahí es donde el
problema se hace más grande.
Por que si el gobierno actúa dentro del parámetro del completo
autoritarismo y alejado de todo marco legal y de la razón, por qué
entonces se les tiene que pedir cuentas a los indígenas que decidieron
echar a pedradas, a militares y al mismísimo Ministro de Defensa de la
población de Desaguadero. El motivo es claro, prefieren seguir
trabajando con y de contrabandistas, a estar dentro del marco de la
ley. Los echaron a patadas, escaparon como ratas y todo por que a la
gente de Desaguadero le dio la gana. Militares y Ministro lloran ahora
en las faldas presidenciales.
Son varias las voces dentro del poder ejecutivo que hablan de la
necesidad de supervivencia del Estado como razón fundamental para
actuar al margen de la ley, ¿tiene cabida ese concepto dentro de la
democracia?, posiblemente estén confundiendo esa necesidad de la que
hablan con su propia supervivencia en el poder. Están en el palacio
quemado, pero poco a poco están dejando de gobernar.
El gobierno de Evo Morales habla de la poca confianza que existe en la
justicia en estos días, no se acuerdan acaso, que fueron ellos mismos
los que descabezaron el tribunal constitucional y
desinstitucionalizaron la Corte Nacional Electoral, colocando a un
empleado a presidir grandes futuros fraudes, se equivocan por que la
poca confianza la tienen ellos, por que no controlan a todos los
funcionarios. La credibilidad en las instituciones es una utopía
dentro de la sociedad civil.
En Bolivia faltan instituciones, gente creíble e imparcial que las
lidere, ese es el primer paso para retomar un verdadero camino
democrático, la Corte Nacional Electoral es el signo de parcialidad e
injerencia gubernamental más grande y ahora se viene el referendo
revocatorio. Desde el retorno de la democracia en Bolivia es la
primera vez que la CNE y su presidente son afines (¿empleados?) del
gobierno, no tiene credibilidad. No soy la primera persona en pedir,
que los tres vocales de la corte en un signo democrático renuncien y
que ingresen personas imparciales a esa institución.
Los secuestros de amedrentamiento que está realizando el gobierno a
dirigentes cívicos u opositores, no pueden quedar impunes, se requiere
una enérgica respuesta de la ciudadanía y de las instituciones que
tienen como misión velar por los principios básicos de los ciudadanos,
¿dónde está el defensor del pueblo? ¿ dónde se encuentra la asamblea
de los derechos humanos? La cercanía carnal de instituciones y ONG con
Evo Morales, está convirtiendo su accionar en un delito concreto de
omisión ante un atentado a la democracia.
Si el gobierno de Evo Morales pretende raptar a todos los ciudadanos
opositores o que pensamos diferente a él, tendrá que ir construyendo
varios campos de concentración. Seguramente estén financiados con
dinero venezolano.
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Lic. Martin P. Gutiérrez M.C.M.
Si (
No(
