La actriz Jamie Lee Curtis ha hablado alto y claro sobre su adicción a los calmantes y al alcohol.
Un problema que superó hace 10 años, pero del que nunca había dado demasiados detalles.
Según ha contado la actriz a la revista ´More Magazine´, todo empezó después de operarse para reducir las bolsas en los ojos.
Tenía entonces 35 años. Los analgésicos le hacían sentir tan bien que poco a poco se fue haciendo dependiente.
Nadie, ni siquiera su marido Christopher Guest, conocía su adicción. La actriz cuenta que con los calmantes intentaba esconder el sentimiento de soledad y el hecho de sentirse poco atractiva.
Se sometió a varias operaciones de cirugía estética, pero aun así, no se gustaba a sí misma. Su hija, que ahora tiene 21 años fue la razón por la que Curtis decidió enfrentarse a su problema y ahora, 10 años más tarde confiesa que se siente más sana que nunca.