En este sentido indicó que la primera acción para frenar la incertidumbre y mantener la calma es mantener bien informada a la población sobre lo qué sube y lo que baja diariamente, a través de los medios de información del Estado, de modo que las amas de casa sepan que comprar cada día y no se vea afectado el presupuesto familiar.
Asimismo, dijo que para frenar las expectativas especulativas se ha contemplado un incremento del encaje bancario y que, de ser necesario, se recortará el gasto del Estado.
También refirió que ya se han recortado aranceles a 600 partidas, con lo que se ha evitado que las alzas internacionales se vean reflejadas en un precio mayor de los productos finales en el Perú, pero que aún así se seguirá reduciendo algunos aranceles aunque sin incentivar demasiado el consumo.
Con relación a los bolsones de pobreza que son los que se ven más afectados por la inflación acotó que se otorgarán subsidios directos que les permita sobrellevar la coyuntura, aunque no pormenorizó la naturaleza de los mismos.
Por lo demás el titular de Economía, indicó que posiblemente ocurran picos inflacionarios en el país entre abril y mayo, luego de lo cual los precios empezarán a bajar paulatinamente en los siguientes meses.
Sustentó esta afirmación al explicar que algunos factores estacionales, como las lluvias que interrumpen el traslado de mercadería por carreteras, darán paso a buenas cosechas a partir de abril, en lo que será un buen año agrícola.
También comentó que la especulación internacional que ha llevado el precio del petróleo hasta 110 dólares y el trigo y el maíz a precios exagerados, también se irá diluyendo en los próximos meses.
De otro lado Carranza aseveró que el Perú viene enfrentando con mucho mayor éxito que otros países de la región esta inflación “importada” debido a la subida de precios internacionales como los aceites, el petróleo, el trigo y el maíz.
Así, dijo, en el Perú se tuvo una inflación anualizada en febrero de 4.1% en tanto que en países vecinos, como Chile, Colombia o Brasil esta fue considerablemente mayor y en Venezuela llegó hasta 25%.
Por ello, fue enfático en rechazar que en el país se vaya a implantar un control de precios lo que, observó, sólo trae escasez, mercado negro y a la larga una escalada inflacionaria imposible parar.
En otro orden de cosas, dijo que el Banco Central de Reserva seguirá comprando dólares para evitar un desplome brusco de la divisa estadounidense, pero que nuevamente ha quedado demostrado que el Perú está mejor preparado que otros países donde dicha moneda ha caído a indicadores más que preocupantes.
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