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Conflicto China-Tíbet

China ya admite un total de 19 muertos y 600 heridos

China ya admite un total de 19 muertos y 600 heridos

· La situación no mejora: China continúa reforzando su presencia militar

China reforzó la seguridad en Tíbet y en las regiones vecinas este jueves, adonde envió importantes refuerzos militares según testigos, en un momento en que aumenta la presión internacional sobre Pekín.
Un total de dieciocho civiles y un policía fallecieron en los disturbios ocurridos en la capital tibetana, Lhasa, la semana pasada, según la última cifra oficial divulgada por el gobierno chino, que antes sólo hablaba de diez. En su comunicado de este sábado, que añade nueve muertos a los confirmados hasta ahora, el balance de heridos ofrecido asciende a 600.

Además, ya no hay testigos mediáticos en Tibet. Porque este viernes, de hecho, fueron expulsados de la región y de las provincias limítrofes los dos últimos que resistían a duras penas en terreno tibetano, los corresponsales del alemán 'Die Zeit' y la revista austriaca 'Profil'.

Y es que el régimen chino no quiere testigos para seguir con su limpieza y su represión, aunque menor que en días anteriores. En definitiva que China busca, además y por encima de todo, ofrecer ante Occidente y ante sus vecinos una imagen de orden y control.

Tan férreo, que además de seguir reforzando militarmente la zona, los últimos despachos de agencia provenientes del gigante asiático redundan en lo estricto del trato a los periodistas porque "algunas informaciones no tienen nada que ver con los hechos", según el portavoz de Exteriores chino, Qin Gang.

Convoys militares chinos se dirigían este viernes hacia Tíbet, al tiempo que la presencia militar aumentaba en las regiones del oeste de China donde viven minorías tibetanas, según un testigo, varios periodistas y asociaciones protibetanas.

Georg Blume del diario alemán Die Zeit, uno de los últimos periodistas occidentales que fueron expulsados de Lhasa, aseguró que la presencia militar es masiva en la capital tibetana.

"Vi un convoy de por lo menos 200 camiones con 30 soldados cada uno, es decir unos 6.000 militares desplazados en un solo día", afirmó Blume a la BBC antes de partir de Lhasa en la mañana de este jueves.

En el oeste de China, un reportero de la BBC informó de la presencia de más de 400 vehículos militares que se dirigían en convoy hacia Tíbet.

"En los últimos dos días he visto un número creciente de tropas dirigirse hacia la frontera tibetana pero éste es el mayor despliegue hasta el momento", afirmó.

"Parece que China está extremando su presencia militar en Tíbet pocos días después de los disturbios en Lhasa", agregó.

Periodistas de la BBC hablaron también de un tren que transportaba más de 20 vehículos, entre ellos camiones y todoterrenos, en la línea que va a Tíbet, en la frontera entre las provincia de Qinghai y Gansu. Sobre los vehículos figuraba la inscripción 'Fuerza de Reacción Rápida de la Policía Armada China'.

Otro periodista extranjero aseguró haber visto el miércoles en Sichuan (suroeste) numerosos vehículos militares con soldados en las carreteras que permiten acceder a Tíbet.

Signo de esta tensión, en la ciudad de Chengdu, capital de Sichuan, policías antidisturbios patrullaban este jueves las calles del barrio tibetano, según un testigo.

Por su parte, el Dalai Lama aseguró que está dispuesto a reunirse con los dirigentes chinos una vez remitan las violentas protestas que se vienen registrando en Tíbet en los últimos días, después de que ayer el primer ministro británico, Gordon Brown, dijera que su homólogo chino, Wen Jiabao, le había expresado su disposición a entrevistarse con el líder espiritual tibetano, aunque con condiciones.

   "Siempre estoy dispuesto a reunirme con nuestros dirigentes chinos, particularmente con (el presidente) Hu Jintao", señaló ante la prensa en Dharamsala, la localidad del norte de India donde tiene su sede el Gobierno tibetano en el exilio. En este sentido, dijo estar dispuesto a viajar a Beijing.

   Ayer, un responsable del Gobierno tibetano en el exilio había afirmado que si el primer ministro chino realmente quiere dialogar con el Dalai Lama sería "la mejor solución posible" para la situación actual en Tíbet, donde la semana pasada se registraron violentos disturbios y protestas que se han extendido a otras partes de China contra el régimen de Beijing.

   "Si Wen Jiabao está dispuesto a iniciar un diálogo, estar es la mejor solución posible", declaró a la BBC Thubten Samphel, del Gobierno tibetano en el exilio, después de que Brown anunciara que el dirigente chino le había expresado su disposición a hablar con el Dalai Lama.

   "El primer ministro (chino) me dijo que, con la condición de dos cosas que el Dalai Lama ha dicho --que no apoya la independencia total de Tíbet y que renuncia a la violencia-- estaría dispuesto a iniciar un diálogo", explicó Brown.

   Respecto a estas condiciones, Samphel dijo que la lucha tibetana se había mantenido pacífica en gran medida por la dirección del Dalai Lama y añadió que este ha dejado claro que no presionará por la independencia tibetana. "Le gustaría tener el conjunto de Tíbet, habitado por seis millones de tibetanos, bajo una única administración que goce de autonomía general", precisó Samphel.

   Por su parte, el líder espiritual de los tibetanos había expresado previamente en un comunicado difundido a través de su página web su "gratitud a los dirigentes mundiales y a la comunidad internacional por su preocupación por el triste giro de los acontecimientos en Tíbet y por sus intentos por persuadir a las autoridades chinas de que ejerzan contención al abordar las manifestaciones".

   China ha acusado al Dalai Lama y su "camarilla" de estar detrás de las protestas por lo que ayer éste pidió "una investigación exhaustiva por un organismo respetado, que debería incluir a representantes chinos, para que investigue estas acusaciones". Este organismo, precisó, "debería visitar Tíbet, las tradicionales áreas tibetanas fuera de la Región Autónoma de Tíbet y también la Administración Central Tibetana en India" --el Gobierno en el exilio tiene su residencia en Dharamsala, en el norte de este país--.

   Asimismo, volvió a reiterar su acusación de que "intencionadamente o no, una forma de genocidio cultural se ha estado produciendo en Tíbet, donde la identidad tibetana ha estado bajo constante ataque". Así, señaló que "los tibetanos se han visto reducidos a una minoría insignificante en su propia tierra como resultado de la gran transferencia de no tibetanos al Tíbet".

   También denunció que los monasterios tibetanos "han sido duramente reducidos tanto en número como en población" y en los que quedan "no se permite un estudio serio del budismo tibetano". De hecho, añade en su mensaje, "incluso la admisión a estos centros de aprendizaje está estrictamente regulada". "En realidad, no hay libertad de religión en el Tíbet", lamenta el Dalai.

   "Creo que las manifestaciones y protestas que se están produciendo en Tíbet son un brote espontáneo de resentimiento de la población, fomentado por años de represión en desafío de las autoridades que no atienden los sentimientos de la población local", aseveró. Las autoridades chinas "erróneamente piensan que más medidas represivas son la manera de alcanzar su declarado objetivo de unidad y estabilidad a largo plazo", añadió.

China admite que disparó a manifestantes

    La Policía china disparó e hirió a cuatro manifestantes a principios de esta semana durante una protesta en una comunidad tibetana en la provincia de Sichuan, en el este del país, según informó hoy la agencia oficial china Xinhua.

   Según la agencia, la Policía actuó en "legítima defensa" en los disturbios ocurridos en el condado de Aba de la citada provincia, que forma parte de la meseta del Tíbet y es fronteriza con la Región Autónoma del Tíbet.

   El Gobierno chino había informado hasta ahora de la muerte de trece "civiles inocentes" en los disturbios del viernes pasado en Lhasa contra el régimen de Beijing, pero esta es la primera vez que reconoce que las fuerzas del orden han disparado contra los manifestantes. Las protestas se han extendido de Lhasa a otras regiones con población tibetana.

   El Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia (TCHRD) había informado el domingo de que al menos siete manifestantes habían sido abatidos en una manifestación en el condado de Ngaba, nombre tibetano de Aba. Según este grupo tibetano en el exilio, entre los fallecidos había monjes del monasterio Ngaba Kirti, que fueron disparados por la Policía china mientras participaban en una manifestación pacífica. No está claro si esta protesta es la misma a la que hace referencia Xinhua en su información.
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