Messi estaría sin jugar un mes y medio

Los médicos del Barcelona someten esta mañana al jugador argentino a nuevas pruebas para tener la confirmación definitiva de la lesión que lo afectó ayer en el partido con el Celtic. Sus compañeros y la directiva no tenían consuelo. El "Pulga" se retiró inmediatamente a su casa.

La musculatura le volvió a jugar una mala pasada al argentino Lionel Messi. Transcurría el minuto 33 del partido por la Copa de Campeones ante Celtic de Glasgow y mientras intentaba uno de sus gambetas a toda velocidad frenó en seco cuando tenía toda la ventaja para seguir adelante.

Ahí se dio cuenta que se había roto, se agarró la cabeza desesperadamente y, poco después, se tiró al suelo.

Notaba los mismos síntomas que soportó el 15 de diciembre en el partido con Valencia y supo de inmediato que volvería a permanecer varias semanas sin jugar.

El diario Sport, en su edición de este miércoles, señala que a falta de la confirmación definitiva en las pruebas a las que se someterá hoy, el delantero estará cerca de un mes y medio lejos de los terrenos de juego.

Los primeros exámenes indicaban que el jugador había sufrido una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda. El primer diagnóstico indicó que la rotura es importante y puede permanecer seis semanas alejado de las canchas.

El futbolista no pudo reprimir el llanto cuando notó el pinchazo y se marchó del campo sin que nadie lo pudiera consolar. Puyol, Ronaldinho, Eto’o o Deco lo intentaron sin fortuna. Víctor Valdés, desde el arco, tampoco disimulaba el mazazo que suponía para sus compañeros perder al crack argentino.

Nadie mejor que ellos saben lo que ha tenido que sufrir y lo que se esforzó para recuperarse. A Leo le toca nuevamente empezar de cero y pensar en su regreso a los terrenos de juego.

El argentino se podría perder hasta diez partidos, seis de Liga, la vuelta de la semifinal de Copa ante el Valencia, los dos encuentros de los cuartos de final de la Champions y un cotejo con la selección argentina ante Egipto.

Sin embargo, Messi demostró en la lesión sufrida en el mismo músculo esta temporada que tiene una buena capacidad de recuperación y podría recortar los plazos.

El equipo tiene ahora la difícil misión de hacer olvidar al argentino, aunque eso resultará muy complicado. Tras su anterior lesión en Mestalla, el equipo cayó en la jornada siguiente frente al Real Madrid en el Camp Nou en un partido que puede ser crucial en el desenlace liguero.

El reto será para el ‘tridente’ formado por Ronaldinho, Eto’o y Henry que deberá llevar el peso ofensivo del equipo barcelonista, con el permiso de los jóvenes Giovani dos Santos y Bojan que pujan fuerte desde atrás.

Messi no tiene suerte con las lesiones. El percance de este martes fue el cuarto importante que sufrió desde que ascendió al primer equipo. Su primera lesión de relevancia fue el 8 de marzo del 2006 en el Barça-Chelsea de la vuelta de los octavos de final cuando se rompió el bíceps femoral de la pierna derecha.

Esta lesión lo dejó 79 días sin jugar, con recaída incluida, y no pudo actuar en la final de la Champions de París. El segundo percance llegó la pasada campaña al romperse el 3 de noviembre el quinto metatarsiano del pie izquierdo. Pasó por el quirófano y estuvo tres meses sin jugar. La tercera lesión fue la de esta misma temporada en Mestalla.

No tenía consuelo

Su frustración era lógica y el jugador prefirió marcharse del estadio sin esperar que sus compañeros accedieran al final del partido a los vestuarios. Leo no tenía ganas de charlar con nadie y la mejor manera de digerir su malestar era estar con su familia en su casa.

El jugador ni tan siquiera se duchó y en diez minutos abandonó junto a su padre las instalaciones barcelonistas. Messi no tenía la cabeza para nada ni tan siquiera para ser inspeccionado más detenidamente por los médicos del club. Las pruebas quedarán para esta mañana. Los compañeros querían animarle en el descanso, pero todos entendieron el evidente disgusto del futbolista y que se marchara rápidamente a casa junto a los suyos.

Preocupación de los directivos

Nadie podía ocultar su decepción por la lesión de Leo Messi en el palco. Ni el secretario técnico Txiki Begiristain, ni el presidente Joan Laporta escondieron su consternación por el nuevo contratiempo que sufrió el argentino.

“La verdad es que estoy muy preocupado, porque Messi es un jugador determinante y desequilibrante para nosotros. Es una baja muy importante”, explicaba Joan Laporta nada más acabar el partido.

El presidente barcelonista explicó que su decaimiento se debía a “que no es la primera vez que le pasa y lo siento mucho por él. Sé que ahora estará lamentándose y yo desde aquí quiero hacerle llegar un mensaje de ánimo y de solidaridad por parte del club”.

No obstante, el presidente blaugrana lanzó un mensaje de optimismo a la afición al asegurar que “esta plantilla está muy compensada y tenemos jugadores de gran calidad con los que vamos a poder sobrellevar este contratiempo”.