¿Qué nos pasa?, ¿qué mecanismos mentales y colectivos perversos nos
gobiernan?...
Anuncian que la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires tendrán un registro único de infractores de tránsito y juro por lo más sagrado que nos ponemos contentos y esperanzados.
Ahora bien, estamos de acuerdo, pero seamos sinceros: ¿no tendríamos que trabajar más en los “cimientos” antes de terminar el “techo” de la casa?.
Porque, pensemos, ¿no resulta una actitud absurda (por no decir estúpida) salir a “vacunar” a todo el mundo sin asegurarnos antes de no expandir el “virus” que nosotros mismos creamos?.
Dicho sin vueltas: ¿no tendríamos que trabajar más en asegurarnos que no se entreguen las licencias de conducir indiscriminadamente a las personas?.
La sociedad considera un acto criminal el expender alimentos o medicamentos al público sin control sanitario, considera un delito el ejercer la medicina sin título habilitante. No sólo hay condena penal sino MORAL.
Sin embargo parece ser que no es delito ni inmoral habilitar a alguien a exponer y exponerse a riesgo conduciendo un automotor, sin cerciorarse que lo hará en las mínimas condiciones de seguridad.
¿Qué responsabilidades administrativas, civiles y penales tienen nuestros funcionarios a cargo de dicha misión?. El último caso que recuerdo fue el de quien le otorgó la licencia ¡¡a un ciego!!!!!.
¿Por qué no tenemos un organismo nacional que fiscalice las condiciones en que se otorgan las licencias, como la ANMAT en alimentos y medicinas?. No es extraño que haya municipios que fueran sancionados por tener más conductores habilitados que población.
Pero estos ejemplos fueron excepción…
Es notoria la carencia de conciencia de riesgo de muchas autoridades que
“lucran” con los ingresos de la tasa administrativa de la extensión de licencias, sin tener la más mínima infraestructura vial, técnica y médica para otorgarla.
O la ignorancia supina del funcionario a cargo, cuando estampa su firma en una licencia ante el único hecho de un señor “recomendado” por el
Intendente. Si tuviera una pizca de conciencia diría que la licencia “la firme el Intendente”.
Y el hombre común ¿tiene conciencia de lo que genera cuando pide como favor o “paga” para obtener una licencia por “izquierda”?. ¿No se da cuenta que hace posible un “sistema” que “cree” al futuro victimario de su propia familia?
Debemos estar todos un poco locos, para “jugar” así con la vida propia, de nuestros seres queridos, de todos…
Eso si, vamos por la licencia por puntos, así se la sacamos a quien antes se la “regalamos”. El problema es que no se la vayan a “regalar” en otro municipio…
POSDATA:
Nos olvidamos, si, nos olvidamos de tantos anuncios anteriores sobre similar o igual medida ya anunciada o lo que es peor, impresa en la letra de las leyes.
A ver, repasemos (esta vez no queremos olvidar):
Ley Nacional 24.449 (diciembre de 1994), art. 8: crea el Registro Nacional de Antecedentes del Tránsito (RENAT). Y a esa fecha, vigente en la
MUNICIPALIDAD de la hoy Autónoma Ciudad de Buenos Aires.
Ley Pcial. Bs. As. 11.430 (julio 1993), art. 147: crea Registro Único
Provisional de Infractores de Tránsito. Similares disposiciones prevén las normas posteriores, decreto de emergencia de la Pcia. de Buenos Aires incluído.
Supuestamente la información de ambas jurisdicciones debe estar en el RENAT. ¿Está?. Y si está hoy: ¿la consultan antes de extender una licencia?...
Tengamos FE
Dr. Eduardo Bertotti
Director ISEV
Si (
No(
