Extienden la vacunación contra la fiebre amarilla

Además, la cartera dispuso nuevos centros de vacunación en el país ante las extensas filas de personas que coparon durante los últimos días las dependencias sanitarias, antes de partir al país vecino a disfrutar de sus vacaciones.

La creciente demanda de vacunas contra esta enfermedad por parte de argentinos se produce luego de que un técnico en informática falleciera a causa de la fiebre amarilla, contraída en el estado de Goiás, y otros dos casos fueran confirmados en las últimas horas.

Además, un español de 41 años murió en ese estado brasileño luego de padecer síntomas similares a los que presentan pacientes con fiebre amarilla.

Los casos se producen en pleno verano argentino, cuando los habitantes de este país aprovechan para tomarse vacaciones, muchos de ellos en Brasil.

De todas formas, el director nacional de Prevención de Enfermedades y Riesgo de Argentina, Hugo Fernández, explicó que quienes harán turismo de playa en Brasil no tienen que vacunarse, a diferencia de aquellos que viajen a las zonas que bordean las áreas endémicas, o donde alguna vez se detectó la presencia del virus.

De todas formas, la mayoría de los argentinos que visitan el país vecino se dirigen a destinos donde hay playa.

"La gente vino masivamente a darse la vacuna porque se generó una psicosis colectiva. No hay ninguna epidemia de fiebre amarilla", señaló a La Nación el doctor Óscar Cavarra, del Ministerio de Salud.

Sin embargo, la situación hizo que Paraguay y Uruguay emitieran una señal de alerta en las fronteras con Brasil.

Entre 1996 y 2007, de acuerdo con el Ministerio de Salud brasileño fueron registrados 349 casos confirmados de fiebre amarilla, con 161 muertes y en todos ellos las víctimas no estaban vacunadas.

Brasil erradicó, desde 1942, la fiebre amarilla en los centros urbanos y todos los casos posteriores se presentaron en personas que viajaron a zonas silvestres y fueron picadas por el mosquito transmisor.