Seguramente cuando las cosas en Sucre se tranquilicen y concluya el proceso que aún no se cierra, se podrá efectuar una evaluación más rigurosa de los acontecimientos acaecidos cuyo saldo tampoco se puede precisar en estos instantes.
Con esta advertencia inicial es imprescindible, ubicar las cosas en su lugar evitando tergiversar lo sucedido y partiendo de interpretaciones equívocas que son las que finalmente han elaborado la historia oficial.
Señalo algunos datos para mejor precisar los temas. El Liceo Militar que cobijó a una parte de los miembros de la Asamblea Constituyente, para ser preciso 145 de los 255 que son, se encuentra instalado en predios del Palacio de La Glorieta y está a unos cinco kilómetros de Sucre, por lo tanto es un recinto militar que no está en lo que se considera la mancha urbana de la ciudad.
Instalada la sesión chuta de los asambleístas del MAS, la misma fue protegida por tres cercos, el primero el cerco militar que estaba en instalaciones del Liceo Militar, el segundo cerco aquel constituido por algunos miembros de organizaciones sociales y un grupo de choque de alteños que se encontraba bloqueando el acceso a La Glorieta y la carretera, finalmente el tercer cerco el que estaba formado por la Policía con oficiales y tropa llegados de La Paz, Oruro, Cochabamba y Potosí, comandados por el General Espinoza del Comando Nacional de la Policía Boliviana.
El tercer cerco tenía además un grupo de élite compuesto por 19 miembros, todos estaban equipados con armas letales de caño largo. Mientras tanto detrás de los tres cercos, dentro del Liceo Militar y muy, bien protegidos estaban comandando las operaciones de represión el Ministro Rada, el senador Santos Ramírez, el Ministro San Miguel y el viceministro Arce.
En horas previas a la instalación de la sesión chuta y sangrienta de los asambleístas del MAS, varios vehículos pequeños circulaban por la carretera en tarea de patrullaje y dentro de estas movilidades se encontraban militares que no eran bolivianos.
Todo lo indicado anteriormente tiene un carácter público y se comunicó en su momento por varios medios de comunicación a nivel local y nacional a la opinión pública.
El resultado de las jornadas sangrientas tiene como resultado hasta este momento la muerte de tres jóvenes, un abogado de 29 años, dos universitarios de 23 y 20 años, las muertes fueron producidas, dos de ellas por arma de fuego y una por golpes propinados salvajemente por los agresores, los heridos son varios que superan los doscientos, de gravedad varios pero uno de ellos ha perdido una mano por una explosión y tiene severas lesiones en los dos ojos que lo pueden dejar ciego de por vida.
El número de personas que estuvieron enfrentadas a la Policía comandada por los Ministros, el Senador y el Viceministro, se calcula que llegaba a unas quince mil, apostadas en la carretera y los cerros desde El Tejar hasta la zona de La Calancha. Ninguna era oligarca y los muertos no son policías, ni de los movimientos sociales o de los grupos de choque alteños, eran chuquisaqueños, eran universitarios, eran seres que defendían la idea de la capitalidad, de la reposición de la legalidad y la democracia en la Asamblea Constituyente.
La Policía huyó de Sucre, cubriendo las espaldas de los que huían por delante el primer lugar de los Asambleístas que horas antes habían escrito un indice con sangre chuquisaqueña, luego los movimientos sociales y los alteños. Para variar los últimos en salir de Sucre, fueron los policías del Comando Departamental de Chuquisaca, porque los valientes grupos de élite lo hicieron antes.
En su momento la Policía ayudó a que escapen todos los presos de la cárcel, y se fueron los presos no porque una turba iba a asaltar la cárcel sino porque la policía así lo quiso, con lo que empezó a implementarse el perverso plan gubernamental de crear desgobierno, pillaje, asaltos, saqueos, etc. que por supuesto y hasta la fecha no se ha dado gracias a la madurez ciudadana y a las brigadas vecinales y juveniles organizadas por la gente.
Ah, hablando de juventud, no subestimen a Chuquisaca y Sucre y peor a su juventud, no es cierto que haya estado la Unión Juvenil Cruceñista, su presencia no era necesaria porque tenemos los suficientes cojones para luchar por nuestras convicciones sin esperar ayuda, empero si quieren ayudar los incrédulos de lo dicho, por favor háganlo diciendo solo la verdad de lo sucedido en Sucre.
Lo que les describo lo he vivido no me lo han contado.
Sucre, 27 de noviembre de 2007
Si (
No(
