Cuando en 2005 Bolivia se preparaba para las eleccciones generales, luego de la mayor crisis política y social en democracia, mucha gente me comentaba que tenía decidido votar por Evo Morales para que se terminen los bloqueos y que los mismos de siempre, sigan robando.
Atónito escuchaba tales aseveraciones.
Estamos arribando a los dos años de mandato y me sorprendo viendo al primer mandatario encabezando marchas y bloqueos en distintos puntos del país. El país se debate ahora en una lucha regional a nivel político y una lucha día a día con la inflación a nivel del ciudadano común. El bloqueo sigue siendo el camino que elige el presidente de Bolivia. O tratando de explicar que los hechos de corrupción de su gobierno son planes conspirativos.
Ambos problemas tienen un elemento común, la incompetencia de gobierno para afrontar los problemas del país y creer verdaderamente que los problemas políticos, sociales y económicos se resuelven haciendo bloqueos. Sin olvidar que si se quiere robar, estar en el poder lo hace más fácil.
La corrupción está igual o peor, ¿no es acaso el ministro de aguas paseando con la novia en Roma con al noviecita con la plata de los bolivianos? o es responsabilidad de los oligarcas, traidores contrarevolucionarios que se vayan destapando enormes cantidades de hechos de corrupción en los originarios dignatarios de Estado.
La Asamblea Constituyente buscó perpetuar en el poder eterno al cósmico, mítico milenario, omnipotente Evo Morales que se ha logrado, gracias a una ingeniosa estrategia de comunicación, convertirse en el más indígena de los indígenas. Pero con apellido español y no sabiendo hablar ni aymará ni quechua.
La población en general le ha quitado el interés a la Asamblea, pero peor aún les ha quitado ese toque de esperanza que le había otorgado.
Se dio cuenta que las soluciones milagrosas e inmediatas. que prometía Evo Morales con la Asamblea no llegarán. No hay una salida a este problema, seamos honestos.
La oposición sigue navegando en un mar de estupidez muy cerca de la extinción. Sin noción ni rumbo, no importan las ideas lo que verdaderamente vale es conseguir algo. Lo que sea. Jorge Quiroga no se da cuenta que sus peleas con Chávez no le suma nada por que a nadie le interesa. Dejo de ser un referente político, así de claro. Lo peor de todo es que no hay nadie que pueda tomar esa posición.
Han pasado casi tres años desde las aseveraciones de apoyo al candidato Morales de ese momento, ¿qué es lo que ha cambiado en Bolivia?. Estamos combatiendo una guerra interna provocado por Evo Morales. Mucho dirán que exagero, que la palabra guerra es desproporcionada, los hechos concretos demuestran que el poder ejecutivo desea un Estado nuevo, en el cual su dictadura sea el único lenguaje y Evo Morales el único ser supremo. La guerra está, ¿estamos preparados?
Si (
No(
