Zapatero realizó una emotiva ofrenda en el Parque de la Memoria

Durante su visita al Parque, Rodríguez Zapatero estuvo acompañado  por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Duhalde, el Ministro de Eduacación Daniel Filmus, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y representantes de otros organismos de derechos humanos y asociaciones de víctimas, entre otras, de la Comisión de Españoles Desaparecidos. Además lo acompañaron  los miembros de la Delegación oficial.
En la ofrenda floral, el presidente del Gobierno estuvo acompañado por Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de la Plaza de Mayo, y  de los jóvenes Juan Cabandié y Mariana González Castaño, más otras integrantes de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo

Estela de Carlotto es la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo y uno de los máximos referentes de la lucha por la memoria y contra la impunidad. De profesión docente, nació en Buenos Aires en 1930 y es madre de una joven desaparecida durante la dictadura. Además de otros reconocimientos internacionales, en 2005 le fue concedido un Doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Juan Cabandié es maestro de escuela. Nació en 1978 en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde estaba secuestrada su madre, Alicia Alfonsín, desaparecida cuando tenía 17 años y estaba embarazada de cinco meses. Su padre, Damián Cabandié, fue secuestrado y desaparecido cuando contaba con 19 años.

Juan Cabandié recuperó su identidad en 1987 y es el nieto recuperado número 77. Hasta la fecha, son 88 los nietos secuestrados que han encontrado su verdadera identidad.

Mariana González Castaño, que también es docente de profesión,  nació en Buenos Aires en 1974. Es hija de Regino Adolfo González, secuestrado y desaparecido en 1979, y de María Consuelo Castaño Blanco, presidenta de la Comisión de Familiares de Desaparecidos Españoles. Junto con su madre y sus hermanas Delia y Judith, fue secuestrada en 1979 cuando contaba tres años de edad.

El reconocimiento de su secuestro, y el de su madre y sus hermanas, logrado por las denuncias del diario Buenos Aires Herald y las gestiones, entre otros, de su abuelo, del Comité Interamericano de Derechos Humanos y de la Embajada de España, hizo que fueran ella y sus hermanas entregadas a sus abuelos.