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Revocadas designaciones de mandos afines realizadas por el edil del PP

Una sentencia judicial evidencia la arbitrariedad de Sañudo al frente de la Policía de Santander

Una sentencia judicial evidencia la arbitrariedad de Sañudo al frente de la Policía de Santander

El ex teniente de alcalde de Policía, Miguel Ángel Sañudo, se arrogó competencias que no tenía para nombrar y cesar mandos de la policía local de Santander, en un acto más de arbitrariedad de los muchos cometidos pro el edil del PP. Así lo pone de manifiesto una dura sentencia de un juzgado de Santander que da la razón a un mando que reclamó la anulación de un acuerdo de Sañudo que revocó un nombramiento realizado por el Jefe de Policía Local de Santander.
El fallo judicial deja claro que Sañudo no era competente para tomar la decisión, que correspondía al jefe de la Policía.

La sentencia dictada por el magistrado José Ignacio López Cárcamo, titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Santander, en el procedimiento abreviado 151/2007, es consecuencia de la demanda presentada por un mando intermedio de la Policía Local de Santander que impugnó un acuerdo por el que fue revocado su designación como responsable de la OIPAC (Oficina de Información y Atención al Ciudadana). Dicha decisión fue tomada por el concejal del PP, Sañudo, responsable político de la policía y en contra del nombramiento realizado por el jefe de la Policía.

El ayuntamiento de Santander planteó en su defensa que Sañudo se limitó a dar una “simple directriz” al jefe de la PL, pero el fallo judicial declara probado que no fue “una simple sugerencia o propuesta, sino [que se trató] de una verdadera designación vinculante de personas para estar al frente de la OIPAC y de la sección A”. También señala la sentencia como de la declaración del Jefe del Cuerpo de la PL de Santander “se infiere que el concejal de Protección Ciudadana [Sañudo] no dictó el acto impugnado con la intención de hacer una simple propuesta de designación, sino que lo dictó como una auténtica designación vinculante, que el Jefe del Cuerpo debería limitarse a plasmar formalmente”.

El hecho impugnado se produjo en el mes de febrero pasado y en el marco de una serie de decisiones adoptadas por Sañudo, que ya conocía que no formaría parte de la lista municipal de su partido, para dejar colocados en puestos claves de la Policía Local a amigos y simpatizantes del PP. El relato de los sucedido está recogido de forma meridianamente clara en la sentencia, cuando señala que “el jefe de Cuerpo seleccionó al demandante para estar al frente de la OIPAC pero el concejal de Protección Ciudadana [Sañudo] le dio indicaciones verbales en el sentido de que lo apartara de tal función y le asignara a la sección A, indicaciones que el Jefe del Cuerpo entendió, por el contexto en que se dieron, como una orden vinculante, máxime cuando las mismas se plasmaron en el acto impugnado, lo que condujo al Jefe del Cuerpo a reflejar en la orden del cuerpo de 6 de febrero de 2007 la decisión del referido concejal acerca de los funcionarios que debían estar al cargo de la OIPAC y de la Sección A”.

La sentencia concluye, a la vista de los testimonios recogidos y documentos aportados que “el significado real del acto impugnado [la orden de Sañudo para cambiar los distintos de mandos policiales] no es una simple propuesta, sino la determinación vinculante y definitiva de la situación funcional del demandante en la estructura del Cuerpo”. Por lo que concluye que la decisión correspondía por ley al mando de la Policía, siendo patente la falta de competencias material del concejal Sañudo, por lo que declara la invalidez del acto impugnado, debiendo ser repuesto en el cargo al frente de la OIAC el policía demandante. La sentencia puede ser recurrida en apelación ante el mismo juzgado que la dicta.

La larga trayectoria política de Sañudo, actualmente responsable del Instituto Municipal de Deportes, premio de consolación tras salir de la corporación municipal, está plagada de conflictos. Concejal desde 1991, cuando entró en el ayuntamiento de la mano de Juan Hormaechea y la UPCA, se pasó en 1995 a las filas del PP, formando parte de la candidatura municipal encabezada por Gonzalo Piñeiro. Desde 1999, su segunda legislatura en al corporación santanderina, fue responsable de Protección Ciudadana,  llegando a la intimidación y maniobras no aclaradas --los panfletos lanzados en la Comisaría de la PL-- para frenar las reivindicaciones policiales.
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