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Rechazó las acusaciones

El represor Febrés se negó a declarar en causa ESMA

El represor Febrés se negó a declarar en causa ESMA

El ex represor Héctor Febrés negó todos los cargos en su contra, en el inicio del primer juicio oral por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA durante la última dictadura.

De traje y corbata, con un papel como ayuda memoria y después de escuchar durante casi seis horas, desde las 10.48, la lectura de la acusación en su contra por cuatro hechos de tortura y secuestros, Febrés se negó a prestar declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 5.

Al llegar su turno a las 17.20, manifestó a los jueces su deseo de realizar "dos aclaraciones", una de ellas destinada a "negar todos los hechos que acá se me han imputado".

Posteriormente, tras ordenar la lectura de la declaración indagatoria prestada por Febrés en 1987, el Tribunal cerró la audiencia hasta el martes próximo, cuando comience a escuchar a las cuatro víctimas, sobrevivientes de la ESMA.

Pero el martes Febrés ya no estará presente porque su defensor oficial Victor Valle pidió y obtuvo autorización para que no concurra más a la sala de audiencias del barrio porteño de Retiro, hasta el momento final de los alegatos y veredicto.

"De ninguna manera ratifico las declaraciones hechas ante los tribunales militares", expresó el ex prefecto, de 66 años, aunque sí avaló un escrito presentado ante la justicia federal el 5 de octubre pasado.

Poco antes los jueces Guillermo Gordo, Ricardo Farías y Daniel Obligado habían rechazado un planteo de los querellantes para que el ex miembro del sector de inteligencia del grupo de tareas de la ESMA sea trasladado a una cárcel común.

Ante ello, seguirá alojado en la delegación zona Delta de Prefectura Naval, en el partido bonaerense de Tigre, de donde partió a las 7 de hoy para presentarse en el juicio oral.

La abogada querellante Miriam Bregman argumentó que Febrés goza de "condiciones especiales" de detención sin causas que "ameriten que goce de semejante privilegio".

Además, aludió a la situación de "máxima gravedad y peligrosidad" que se presenta para los testigos en causas por violaciones a los derechos humanos desde "la desaparición de Julio López", testigo clave en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz.

Para la abogada resulta un agravante "que el imputado esté entre sus compañeros de fuerza, gozando de privilegios que no se entiende de dónde pueden surgir".

A su turno, el también querellante abogado Rodolfo Yanzón adhirió al planteo y agregó su deseo de que en el futuro se unifiquen las causas que aún resta someter a juicio.

Yanzón pidió al Tribunal "que arbitre medios para que este sea el último juicio flaco y delgado, para preservar a los testigos y no hacerlos circular para decir lo mismo una y otra vez".

En este juicio oral, Febrés está acusado de secuestros, torturas y privación de la libertad de los sobrevivientes Carlos Lordkipanidse, Carlos García, Josefa Prada de Olivieri y Alfredo Margari.

Los cuatro abrirán el martes la ronda de testigos para recordar los padecimientos sufridos en la ESMA.
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