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Clausura del Campus FAES

Discurso íntegro del presidente del PP, Mariano Rajoy

Quiero empezar mis palabras dándoos la gracias a todos por estar hoy aquí. Gracias a los numerosos cargos municipales y autonómicos que nos acompañáis; a los compañeros de partido; a los organizadores y a todos los que de un modo u otro habéis contribuido a que esta convención haya sido un éxito.

Quiero agradecer especialmente su presencia y su ayuda a los representantes de las asociaciones de promotores y constructores, a los colegios profesionales de administradores de fincas y de agentes de la propiedad inmobiliaria, a la Asociación Hipotecaria, a la Confederación de Consumidores y Usuarios.

Igualmente deseo hacer extensivo este reconocimiento a los más de 150 expertos y profesionales del mundo de la economía, de la arquitectura y del derecho que nos han acompañado durante estas jornadas.

Con la colaboración de todos ellos hemos enriquecido la propuesta de vivienda que hoy presentamos y sobre la que vamos a seguir trabajando en los próximos meses.

Queridos amigos. Esta es una propuesta sensata y responsable. Una propuesta que se ha hecho como creo que deben abordarse los distintos problemas que tiene España: con seriedad, entre todos, analizando con profundidad los asuntos, debatiendo en común las ideas e intercambiando opiniones y experiencias.

España va a necesitar el esfuerzo de todos para afrontar los desafíos y los retos que tiene ante sí. Para lograr que tenga éxito hace falta un gobierno que lidere un proyecto de país que comparta con la sociedad.

Un proyecto innovador e ilusionante. Un proyecto real, que atienda las cosas importantes y que estimule al conjunto de la sociedad a dar lo mejor de sí misma.

Mi proyecto para España necesita la suma de los esfuerzos de todos. Para ello es imprescindible que la oferta electoral que hagamos a la sociedad sea compartida por ella y construida conjuntamente.

Queremos que la sociedad sienta que forma parte de un equipo que trabaja por el futuro de este país. El programa con el que el Partido Popular se presentará a las próximas elecciones generales va a ser fiel a este espíritu.

Vamos a escuchar la opinión y vamos a entablar un diálogo constante con la sociedad.
Quiero que nuestras propuestas sean una mano tendida a los problemas reales de los ciudadanos.

Quiero que en ellas los ciudadanos se reconozcan en sus necesidades, pero también en sus ambiciones de superación y de progreso.

Queridos amigos. El programa con el que nos presentaremos a las elecciones generales tiene que ser el motor de la energía que impulse al conjunto de la sociedad hacia el éxito colectivo de construir una España mejor.

Quiero que hable al corazón y a la cabeza, que diga que hay solución a los problemas, pero que lo diga desde la verdad y con realismo.

Para conseguir esto hay que tomarse los problemas de España en serio y hay que estar a la altura de la colaboración que vamos a pedir a los ciudadanos.

Hay que hacer las cosas muy bien. Y eso empieza por escuchar y hablar a la gente con sinceridad, diciéndole que no va a encontrar en nosotros soluciones mágicas.

Quiero que los ciudadanos tengan muy claro que nosotros no vamos a adularles. Nosotros vamos a decir a los ciudadanos que muchos problemas sólo pueden solucionarse con esfuerzo y sacrificio por parte de todos.

Que hay problemas que son más difíciles que otros, pero que todos –insisto-, todos tienen solución si se afrontan con responsabilidad, con ideas y, sobre todo, con muchas ganas de trabajar por el interés de todos.

Quiero que los españoles sepan que pueden confiar en Mariano Rajoy y en el Partido Popular que presido. Por eso, quiero ejemplaridad y rigor en nuestras propuestas.

Asumo ante los españoles que lo que diga que vamos a hacer se hará porque es posible. Especialmente cuando, como sucede hoy, decimos a los españoles que el problema de la vivienda es un problema difícil de resolver pero es un problema que tiene solución. 

Por eso, porque sé que la vivienda es un motivo de  frustración para los jóvenes y un quebradero de cabeza para las familias, que no espere nadie de nosotros un Plan Estrella de cartón piedra ni anuncios electoralistas. Los juegos florales se los dejamos a otros.

A aquellos que después de gobernar este país durante cuatro años, tan sólo les queda el recurso electoralista de presentarse a los españoles prometiendo que van a resolver este problema en seis meses y después de no haber hecho nada en toda la legislatura.

No voy a valorar ahora esta gravísima irresponsabilidad. Tampoco voy a criticar a nuestro presidente del Gobierno porque no se haya dignado a explicar a los ciudadanos por qué ha sido incapaz de resolver el problema de la vivienda.

No lo voy a hacer porque hoy, la gente está preocupada con motivo. La vivienda se ha convertido en el principal problema de los españoles. Soy consciente de que la creación del Ministerio de la Vivienda no ha servido para nada.

Soy también consciente y me preocupa que el precio de la vivienda se haya incrementado desde marzo de 2004. Que una casa que entonces valía 100.000 euros ahora cueste cerca de 150.000 euros.

Lamento que las hipotecas hayan aumentado tanto que la letra del piso suponga 300 euros más que hace tres años y que muchos españoles tengan que dedicar casi la mitad de su sueldo a pagar la hipoteca de su casa. Por eso, no estoy aquí ya para hacer reproches.

Estoy para dar soluciones.  En este documento que presentamos a la sociedad española hay una propuesta realista y una ambiciosa, una propuesta que se puede cumplir y que se va a cumplir. Aquí no hay ocurrencias ni improvisación.

Aquí hay una serie de propuestas que exigen la colaboración y el esfuerzo de todos. De las Administraciones, de las empresas y de los particulares.

Aquí hay una reflexión responsable que pretende estar a la altura de lo que todos sabemos que es un problema que preocupa seriamente a los ciudadanos. Aquí hay una política que no aspira tan sólo a resolver un problema sino a hacer posible que todos los ciudadanos ejerzan un derecho personal.

Para lograrlo hay que concienciarse de que el acceso a la vivienda no sólo consiste en la compraventa de un inmueble. El acceso a ella tiene que ver con la igualdad de oportunidades, con la libertad de la persona y con su dignidad.

Queridos amigos. La vivienda no es un bien cualquiera. La vivienda es el espacio físico en el que alojamos la intimidad más querida de cada uno de nosotros.

En ella se hace realidad la convivencia con nuestros seres queridos, donde formamos nuestra familia y crecen nuestros hijos, donde se desarrollan buena parte de nuestros proyectos de vida.

Sin acceso a la vivienda un ciudadano no puede participar plenamente de sus responsabilidades sociales ya que su capacidad de autonomía está gravemente limitada. Los problemas para acceder a la vivienda dañan seriamente la igualdad porque hace imposible el pleno ejercicio de la libertad de muchos.

Lo que define a una sociedad moderna avanzada es que todos sus ciudadanos pueden acceder en condiciones razonables a una vivienda que se ajuste a sus necesidades y posibilidades de renta.

Hoy, en España esto no es posible y eso es un fracaso colectivo inaceptable del que todos en mayor o menor medida hemos sido y somos responsables.

Las cifras están ahí y en estos momentos tenemos un déficit de progreso que es una vergüenza de acuerdo con el bienestar que hemos alcanzado como país.

Por eso, como candidato a la Presidencia del Gobierno me comprometo con la sociedad española a trabajar para que todos los ciudadanos tengan acceso, como exige la Constitución, a una vivienda digna y adecuada a sus necesidades. Para lograrlo hay que afrontar este desafío con un esfuerzo colectivo que subordine los intereses particulares al interés general.

La política de vivienda que quiero proponer a los españoles consiste en liderar desde el Gobierno de España un Acuerdo Nacional que implique a todas las Administraciones y al conjunto de la sociedad.

Sus objetivos han de ser facilitar el acceso a la vivienda en propiedad. Impulsar el alquiler como opción voluntaria de los ciudadanos. Proteger a las familias del impacto de las subidas de los tipos de interés en las rentas familiares. Y mantener, finalmente, la aportación al crecimiento económico y al empleo del sector de la construcción.

Queridos amigos. Quiero una política de vivienda nueva en la que todos los españoles ganemos y nadie pierda. Una política de vivienda que sea compatible con que todos ganemos bienestar y calidad de vida.

Para conseguirlo el instrumento decisivo de ella ha de ser un Acuerdo Nacional sobre la Vivienda que logre que el mercado del suelo funcione con más eficacia y transparencia, impidiendo que sufra la fuerte especulación a la que está sometido y que provoca que los precios suban artificialmente.

Los retrasos y la ineficacia de las Administraciones Públicas cuestan dinero a los ciudadanos, son una parte del alza de los precios. Esto debe saberse y tenemos la obligación de resolverlo.
 
Esto exige que el Gobierno de España lidere un acuerdo de todos que beneficie a todos. Un acuerdo en el que las Comunidades Autónomas fijen marcos que agilicen los procesos de transformación del suelo y que reduzcan los plazos de su desarrollo para que haya más suelo disponible. En este sentido, creo que el ejemplo de la Comunidad de Madrid debe servirnos de estimulo y de referente.

Por otra parte, el Acuerdo Nacional del que os hablo debe conseguir que las Corporaciones Municipales faciliten suelo en condiciones de precio asequible.

Debe lograr asimismo que el sector inmobiliario y el sector financiero se involucren plenamente agilizando las promociones e incrementando la protección del consumidor con el desarrollo de productos que protejan a las familias de las variaciones en los tipos de interés.

No voy a detallar el contenido del Acuerdo Nacional porque los ejes del programa de actuación están en el documento que hoy se presenta públicamente.

Tan sólo quiero señalar que lo que pretendo es proponer a la sociedad española un gran acuerdo nacional: un gran pacto de responsabilidad que haga que la vivienda tenga un precio accesible para todos.

Quiero que el sector de la vivienda mantenga una fuerte participación en la economía, facilitando el desarrollo de 2.000.000 de viviendas en cuatro años. Vamos a pedir a las empresas del sector que asuman el esfuerzo de construir viviendas a precios asequibles para jóvenes y familias.

Nuestro objetivo es que este Acuerdo Nacional permita que una de cada dos viviendas que se construyan en los próximos cuatro años en áreas metropolitanas y ciudades medias tengan precios inferiores a 150.000 euros.

Sabemos que es un objetivo ambicioso pero con la colaboración del sector y de las Administraciones Públicas seremos capaces de alcanzarlo entre todos.

Queridos amigos. Dos son las reformas principales que tenemos que abordar para conseguirlo. Primero, hay que reformar los marcos legales y los procedimientos para permitir y obligar a las Administraciones a que los nuevos desarrollos de suelo se realicen en un plazo máximo de dos años. Segundo, hay que reformar la financiación local. Tenemos que dotar de más recursos financieros a los Ayuntamientos que pongan más suelo disponible para viviendas accesibles.

En fin, pretendo que en los próximos cuatro años se sienten las bases para que el suelo no sea un factor de incremento del precio de la vivienda ni un instrumento de financiación de los ayuntamientos.

Estoy convencido de que las medidas que propongo hoy servirán para que el acceso a la vivienda sea una realidad para todos.
Pero además debemos proteger a los que hoy hacen un esfuerzo para disponer de una vivienda.

Por ello quiero reducir el IRPF y que la renta de los trabajadores y pensionistas aumente. Promoveré igualmente medidas para que el Instituto de Crédito Oficial –que es la agencia financiera del Estado- establezca un sistema de garantías que permita, en colaboración con las entidades financieras, que las familias más necesitadas estén protegidas frente a las nuevas subidas de los tipos de interés.

Queridos amigos. Creo que ha llegado el momento de que los españoles trabajemos todos juntos buscando el interés de todos. Creo que la vivienda debe ser el primer ejemplo de un proyecto colectivo de éxito. Un proyecto que haga del esfuerzo del conjunto de la sociedad la meta de todos los españoles.

El Acuerdo Nacional sobre la vivienda ha de conseguir que el ejercicio del derecho de todos a la vivienda sea consecuencia de una suma de voluntades responsables.

Hoy, España necesita que cada uno asuma responsablemente su trabajo, que cada uno haga las cosas lo mejor que puede y sabe.

Hoy, España necesita que nos pongamos a trabajar por ella con seriedad, arrimando el hombro todos juntos, sacrificando los intereses particulares y poniendo el interés general por delante de cualquier otro.

Quiero que el Partido Popular facilite a los españoles su anhelo de superación, que vean en nosotros un aliado para sacar lo mejor que tienen de sí mismos y que tengan la ilusión de ponerlo al servicio de España.

Quiero que los españoles asuman que este país tiene por delante los mejores años de su historia si somos capaces de canalizar entre todos las energías nacionales en pos de objetivos que sean de verdad importantes.

Hoy, podemos empezar a cambiar las cosas fijando uno de esos objetivos en la vivienda.

Hoy, podemos empezar a dar ilusión y confianza a los ciudadanos demostrando que aquí hay un grupo de hombres y mujeres que están dispuestos a dar el primer paso ofreciendo un compromiso responsable y sincero con España y sus problemas. 

Muchas gracias.

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