Están matando al fútbol

Dejénme por un momento alejarme del tema electoral. Ya habrá tiempo para eso…
No hay duda que el fútbol en Argentina despierta más pasiones que la política, pero lamentablemente de a poco lo están matando.
   
Es común que en los principales campeonatos los equipos más grandes sean favorecidos por los arbitrajes, aunque esto trate de ser disimulado, y quede como una simple circunstancia del juego. Aunque en algunos casos el tema fue tan evidente, que produjo nada más y menos que el descenso de categoría de la Juventus por encuentros arreglados en la Liga de Italia.

Para meterlos en la situación, hay que comprender que los dos últimos certámenes fueron conquistados en Argentina por Estudiantes de La Plata y por San Lorenzo, algo que, como se podrán imaginar, no le sirve para nada al negocio.
Es por eso que este torneo para “el negocio” no debería salir de Boca o de River, pero, la sensación pasadas nueve fechas es que  todos los cañones apuntan a Boca.

Lo ocurrido en el partido disputado en esta última fecha entre Banfield y Boca ya pasó todos los parámetros permitidos hasta el momento. Usted me podrá decir que un seis a cero es más que elocuente. Es cierto, aunque en estos casos es mejor repasar los acontecimientos.
Sí de seis goles dos fueron de penal, en otro la pelota no ingresó en su totalidad y el primero-con todo lo que esto significa- no se haya cobrado una carga al arquero en el área chica, agregando por si esto fuera poco que a Banfield le anularon un gol por ¡carga al arquero en el área chica!, justifica plenamente el pedido del arquero de Banfield al desvergonzado árbitro para que “disimule un poco nada más”.
El tema del “negocio” no queda expuesto simplemente en lo que uno puede ver con las actuaciones de los árbitros, sino que se suman también los medios de comunicación, destacándose entre estos Fútbol de Primera, o sea T y C Sports, lo que es decir un poco el “dueño de la torta”.
Uno puede coincidir o no con los puntos de vista de algún periodista sobre si un equipo debe jugar con enganche o sin enganche, con línea de tres o de cuatro, si debe jugar con el achique o no, pero lo que no se debe hacer, es faltarle el respeto a la gente cuando uno está viendo en vivo y en directo lo mismo que le están comentando. El análisis de Fernando Pasini, increíble coequiper de Macaya Márquez en Fútbol de Primera, rozó lo grotesco, justificando lo injustificable –como la falta no sancionada de Palermo sobre Luchetti en el primer gol de Boca- y con el mismo argumento explicando que fue bien anulado el tanto de Banfield. Este es solo un simple ejemplo de lo que está pasando, aunque también tengo presente una jugada comentada por Olé-que ya parece el diario de Boca- donde se vio por televisión un claro penal a favor de Independiente en el partido ante San Martín de San Juan cuando un defensor llegó a destiempo y cruzó a Sosa en el área y la desfachatez del cronista felicitó al juez por no haber cobrado la infracción. (lo de Olé ya es un caso aparte con su parcialidad hacia Boca, llegando al colmo de preferir “cargar” a River en su derrota ante Arsenal que de poner el triunfo de los de Russo).

A pesar de tener un plantel de una calidad indiscutible, Boca sigue recibiendo estas “ayudas” que le hacen muy mal al fútbol, con seis penales a favor en nueve fechas, y, por más que la mayoría fueron bien cobrados, esto no le sucede a otros equipos en la misma situación, que ven como partido a partido tienen que luchar no solamente con el equipo que está enfrente.

A San Lorenzo casi lo dejaron fuera de la lucha del campeonato, con fallos arbitrales dignos de árbitros principiantes-obviamente siempre perjudicándolos-, con Independiente quieren hacer lo mismo, aún no lo lograron.

La gente ya está cansada, porque el sacrificio que hace es muy grande, dejando hasta el último centavo para poder ir a estadios que no reúnen los requisitos de comodidad que deberían, y en donde, como mínimo, deben soportar así porque sí algún que otro palazo de la policía.

Ya dejaron al fútbol de ascenso sin público visitante, con el de primera quisieron hacer lo mismo y la oposición de la gente impidió esa barbaridad, todo para vender más abonos televisivos.
 De a poco le van sacando la pasión que distinguía a este espectáculo en el mundo, y todo para mejorar “su negocio”.

Usted se preguntará porque no reaccionan los responsables de los clubes. Y como ocurre siempre, la mayoría de los dirigentes hace la vista gorda, algo que Macri habitúa hacer en el ámbito político, y a los que se animan a denunciar, ven como el peso del poder les cae encima.

La Asociación del Fútbol Argentino necesita un cambio urgente. Es inadmisible que presida el organismo Julio Grondona hace casi treinta años, siendo el único caso de un alto funcionario que siga en su mandato a pesar de los cambios de poder en el gobierno, y como diría el “jefe” para que se den una idea de cómo maneja a la AFA “todo pasa”.

Lo que no pasa es la bronca de la gente, que siente que de a poco están matando al fútbol argentino.

Para finalizar voy a reiterar la frase dicha por el arquero de Banfield al “árbitro” Bassi en el entretiempo: “disimulen un poco”