Políticamente incorrecto

   Autoridad; respeto al maestro en las aulas; normas de educación para los alumnos; apuesta por una escuela laica -pero sin dejar la historia de las religiones a las puertas de los colegios porque no hay que olvidar que lo espiritual y lo sagrado acompaña al hombre desde sus orígenes. Estas y otras cosas dice Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, en una carta dirigida a todos los maestros del país; carta abierta, a disposición, también de los padres.

   Sarkozy ha dado el primer paso para llevar a cabo su compromiso electoral de procurar la regeneración de la Escuela. Asegura que es urgente la revisión de la deriva pedagógica que hunde sus raíces en Mayo del 68. Revisión para premiar el mérito y el esfuerzo, rechazando la tendencia a la igualación sin más, a la igualación   asumida sólo por temor a las acusaciones de discriminación en la escuela. Estimula, en definitiva, a premiar a los buenos estudiantes, a los que se esfuerzan.

   Tercia también Sarkozy en la polémica del velo al expresar con claridad que el diálogo entre culturas no puede significar la renuncia a la propia identidad. Nadie le podrá negar el don de la claridad; rara virtud, por cierto, en política. Y más en España, donde tanto crédito tiene la ambigüedad al hablar de estas cosas por el temor de nuestros políticos a ser considerados 'políticamente incorrectos'. Está claro que a Sarkozy no le importa. Veremos si el tiempo le da la razón.