La estrategia que está llevando a cabo el equipo de Bernat Soria, ministro de Sanidad y Consumo, dirigida por su jefe de Gabinete, Enrique Cruz, no puede ser mejor. Por lo menos hasta ahora. Todas las reuniones que ha celebrado el ministro, incluso en vacaciones, tenían un objetivo común: preparar su comparecencia en el Congreso de los Diputados, prevista para pasado mañana, miércoles. Médicos, enfermeros e industria farmacéutica han recibido buenas palabras por parte del ministro-investigador que se ha permitido pasar por alto los puyazos habituales contra la oposición popular.
La guinda de esta estrategia será el miércoles cuando, en la Cámara Baja, el ministro explique sus líneas de actuación para los escasos meses que quedan hasta las elecciones generales de 2008. Bernat Soria va a poner el acento en la investigación biomédica, que ya ha empezado a asentar con el nombramiento de la científica Flora de Pablo –una mujer con prestigio en el mundo de la investigación y comprometida con el movimiento feminista- como máxima responsable del Instituto de Salud Carlos III.
Soria no lo tiene tan fácil como parece. Su comparecencia ha sido pedida por el Partido Popular y por Convergencia i Unió, que han coincidido en el tiempo con la petición formal del Ministerio para que así fuera. Mario Mingo, por los populares, y Jordi Xuclá, por los nacionalistas catalanes, van a tratar de que el ministro explique sus planes. Mario Mingo, médico como el ministro, probablemente le interrogue sobre los derechos de los pacientes, la cartera de servicios, la relación con la industria farmacéutica y con las Comunidades autónomas. Va a ser un auténtico duelo de médicos. Por su parte, Jordi Xuclá, a quién se debe la iniciativa ministerial de que la vacuna contra el virus del papiloma humano se apruebe de inmediato por su presión parlamentaria, posiblemente se refiera a las estrategias de salud pública, además de incidir también en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud.
Uno de los puntos de la intervención del ministro que concitará mayor interés es el relativo a la prescripción de la enfermería. Sabido es que se trata de una antigua aspiración de Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, para que los enfermeros/as puedan recetar determinados medicamentos. Incluso llegó a anunciar una huelga si no se llegaba a un acuerdo. Esa posible medida, rechazada por la Organización Médica Colegial, tiene sin embargo adeptos como la consejera de Salud de la Junta de Andalucia, María Jesús Montero, antigua jefa de Bernat Soria, que llegó a decir en público que, en determinadas ocasiones, los enfermeros/as podrían recetar medicamentos. Veremos como sale de la “trampa” en la que se ha metido el ministro, tras explicar a los médicos la pasada semana que está “del lado de la legalidad de esta asunto, ya que la ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios determina que los únicos profesionales que pueden prescribir son los médicos y odontólogos”.
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