Rajoy pide a su grupo un ‘cierre de filas’ de cara a las elecciones

   La reunión del Grupo Parlamentario del PP, primera que se realiza en el periodo de sesiones que comienza ahora, ha servido para que Mariano Rajoy se ratifique como líder popular, más allá de aquellas voces que o bien piden escaños o bien vaticinan cambios de líderes -¿Rato?-. “Estoy mejor que nunca: he ganado las elecciones municipales y he revalidado mi posición”, dijo Rajoy al término de la reunión de su Grupo, donde recibió un gran aplauso -¿sincero?- de sus correligionarios.

    La reunión no se planteaba en absoluto conflictiva, pero acaso ni los propios asesores de Rajoy esperaban que saliera tan bien para el líder popular. Pocas intervenciones hubo, aparte de la del propio Rajoy, pero hasta la diputada malagueña Celia Villalobos echó un cable al jefe al criticar ante sus compañeros tanto a los que han abierto demasiado prematuramente el melón electoral –léase Alberto Ruiz-Gallardón- como los que, olvidando estrategias no divisionistas, le han contestado con contundencia, sembrando acaso la duda en el electorado –léase Esperanza Aguirre, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, especialmente, aunque no los llegó a citar-.

    Pero según ha sabido Diariocrítico de fuentes de absoluta solvencia, Villalobos cargo las tintas contra sectores mediáticos, a los que culpó de querer alimentar ‘liderazgos’. En ese punto, Villalobos citó el ejemplo de Mario Conde –“que, por cierto, está en la cárcel”, dijo cítricamente la malagueña-, a quien determinados sectores quisieron impulsar en su momento como alternativa a José María Aznar.

    En realidad, Rajoy ha puesto ante su grupo las líneas básicas de lo que va a ser la estrategia popular en estos meses que restan hasta las elecciones generales de marzo: mucha contundencia en la crítica al Gobierno en materia económica, empleo, Seguridad Social, política exterior e inmigración, aspecto este último que tendrá un importante apartado en el programa electoral del PP, según confirmaron a Diariocrítico medios populares. Llegó a decir, según fuentes consultadas por este diario, “llevó muchos años en este partido y he aguantado muchas presiones. Supongo que tendré que seguir aguantándolas en los próximos meses”, pero que no le van a distraer en su empeño de ganar las elecciones. Ítem más: dejó claro que el debate de las listas no se abrirá hasta que no se convoquen las elecciones generales y que el proceso será el “ordinario”; es decir, que las elaborará él mismo tras escuchar las propuestas de los órganos del partido.

    Por otro lado, incidiendo en el punto económico, especialmente aguda fue intervención de Carlos Mantilla, que aprovechó las últimas malas noticias económicas (paro y Seguridad Social) para realizar un informe especialmente duro contra la política económica del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Igual que Mantilla, el diputado Juan Carlos Guerra Zunzunegui –que, por cierto, no repetirá en el escaño, ya que se ‘jubila’- tomó la palabra para transmitir a Rajoy el apoyo del Grupo Parlamentario. Era, en realidad, una peculiar forma de ahuyentar las ‘dudas’ sobre ‘liderazgos’.

    Otro interviniente, en fin, fue el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN) Jaime Ignacio del Burgo, quien agradeció a Rajoy el apoyo recibido desde la sede nacional de la calle de Génova para que UPN pudiera revalidar como presidente a Miguel Sanz en Navarra, ‘librándonos de caer en manos de Nafarroa Bai, lo que hubiera sido nefasto’.

    Posteriormente, en rueda de prensa en el Congreso, Rajoy insistiría públicamente en su acerada crítica a la política económica del Gobierno, aprovechando los datos –pésimos- sobre empleo y afiliación a la Seguridad Social y la pérdida de valor adquisitivo de los trabajadores a lo largo de estos tres años de Gobierno socialista. También aprovechó el caso de Argelia con Gas Natural y Repsol para arremeter contra la política del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y, en definitiva, del propio presidente del Gobierno.