Comienza el Congreso Extraordinario del PSM que clausurará Zapatero

   El Congreso extraordinario del Partido Socialista en Madrid dilucidará este viernes el futuro del PSM al elegir al sucesor de Rafael Simancas en la Secretaría General del Partido Socialista de Madrid (PSM) entre Tomás Gómez, José Cepeda o Manuel García-Hierro, además de la nueva Ejecutiva regional, tras dos meses marcados por la crisis que se inició con la debacle electoral del partido en la región el pasado 27 de mayo.

    El Congreso de los socialistas madrileños comienza con la apertura a cargo del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y contará con la intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su clausura de mañana, tras la elección del sucesor de Rafael Simancas en la Secretaría General y de la próxima Ejecutiva regional.

   Un total de 836 delegados decidirán con su voto el nombre del próximo líder socialista, en lo que será el Congreso más participativo de la historia del partido. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, inaugurará los debates, seguido de la presidenta de la Comisión Gestora que actualmente dirige al partido, Cristina Narbona, quien dará el relevo al frente del PSM a la Mesa del Congreso, durante su celebración, y posteriormente a la nueva dirección.

   En los últimos dos meses, el PSM se ha presentado como un partido fragmentado a la espera de un cabeza que reordene su estructura interna. A pesar de que Gómez, que se convirtió en la cabeza visible de los llamados alcaldes del 'cinturón rojo', parte como favorito, Narbona advirtió que "al final puede haber sorpresas" como ocurrió con la elección del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

   Desde el guerrismo, la figura de Cepeda quiere alzarse como representante de la izquierda del partido, y García-Hierro, como candidato independiente. Así, otra de las tradicionales familias socialistas, los socialdemócratas, eludieron finalmente presentar como candidato a Antonio Carmona y apostaron por apoyar al alcalde de Parla.

   A partir de la semana que viene, uno de los tres será el nuevo líder que buscará cerrar la crisis que tras la derrota del candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, colocó al líder en el punto de mira de las críticas internas y externas que nacieron, entre otras cosas, por una elección de candidatos que se percibieron como injerencias hechas "a dedo" desde la sede del PSOE en la calle Ferraz.

   Así, el aspirante a la Alcaldía de la capital, Miguel Sebastián, que perdió tres concejales con respecto a su predecesora Trinidad Jiménez ampliando de esta forma la mayoría absoluta popular en Madrid, fue el primero en caer al anunciar su dimisión, apenas cuatro días después de la cita con las urnas.

Dimisión de Simancas

   Pese a un primer intento de continuar al frente del partido, al menos hasta la celebración del Congreso ordinario que se celebrará en 2008, Simancas anunció su dimisión inesperadamente, tras un breve encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando, en pleno ejercicio de su labor como líder del PSM, se disponía a nombrar portavoces en el grupo municipal madrileño, al que Sebastián había dejado sin cabeza cuatro días antes.

   Sin dirección, el partido debía hacer frente a la delicada situación que los peores resultados de la historia habían dejado en numerosos municipios a la hora de formar gobierno y a la fragmentación que presentaba el partido, en lo que se convirtió en una carrera, en la que entraron todas las sensibilidades, cuyo triunfo era el de ocupar el lugar que había dejado Simancas.

   La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, fue designada para presidir la Comisión Gestora que, hasta la celebración de un Congreso extraordinario, debía dirigir a los socialistas y, sobre todo, establecer las fechas y marcar las normas del evento del que saldría la nueva Ejecutiva.

   Leganés fue uno de los primeros escollos a los que se tuvo que enfrentar la Gestora y, presumiblemente, también lo será para la próxima dirección. La elección del candidato del PSOE a la Alcaldía, Rafael Gómez Montoya, comenzó la polémica en el seno de la Agrupación Socialista de Leganés, al presumir en ella una injerencia del Federal.

Crisis en Leganés

   De esta forma, el principio de desacuerdo entre Izquierda Unida y el PSOE dio la Alcaldía a la popular Guadalupe Bragado, aunque días después, y con una moción de censura de la izquierda de por medio, pasó el bastón de mando al socialista. Sin embargo, las desavenencias entre los concejales están convirtiendo a Leganés en el punto de mira la región, en lo que será, sin lugar a dudas, una de las primeras decisiones que tendrá que tendrá que tomar la próxima Ejecutiva en su objetivo de acabar con las luchas internas.

   El alcalde de Parla, Tomás Gómez, reconocido por ser el primer edil más votado de España, fue el primero en saltar a la palestra al postularse como candidato a la Secretaría General, a los pocos días de formarse la Gestora. El apoyo que públicamente le cedió Simancas o el de los alcaldes socialistas del sur, lo convirtieron en pocos días en la apuesta más firme, para unos, o en la apuesta de Ferraz y la Gestora, para otros.

   Así, el diputado en la Asamblea y guerrista José Cepeda no dudó en seguir su estela y se presentó como candidato. Presentándose a sí mismo como la apuesta de la militancia de base, Cepeda apeló en numerosas ocasiones a la "rebeldía de la militancia", para hacer frente a un secretario general, que según él, volvía a estar impuesto a los madrileños.

   El concejal de Madrid, Manuel García-Hierro, se convirtió en el tercer aspirante a liderar el partido y, pese a pocas apariciones públicas, fue el único que se comprometió a que, en caso de ganar el Congreso, no se presentaría como candidato a las próximas elecciones autonómicas.

Sistema del Congreso

   Los tres precandidatos se sumieron entonces en una verdadera campaña para conseguir los avales necesarios con los que este viernes podrán formalizar sus candidaturas. Un total de 836 delegados, como representantes de todas las agrupaciones socialistas, podrán dar su apoyo a uno sólo, en una primera votación de la que saldrán nombrados candidatos aquellos que alcancen un mínimo del 25 por ciento del total, lo que supone 212 votos.

   Una vez conocidos los candidatos, de una segunda vuelta saldrá elegido el nuevo secretario general cerca de la medianoche, cuando se iniciarán las negociaciones que llevarán mañana a presentar la nueva Ejecutiva regional, que deberá ser aceptada por los delegados.