Viernes de pasión

La negativa evolución de la bolsa española al final de la semana era esperada. Los malos datos se sucedían y los inversores no parecían reaccionar hasta entonces. Sin embargo, los problemas con las hipotecas en Estados Unidos y el precio del petróleo a 77,5 para vencimientos futuros llevó al Ibex a unas pérdidas cercanas al 2 por ciento. La semana no se salvó tan mal, el selectivo apenas pierde un 0,6 por ciento aunque eso sí perdió la referencia de los 15.000 puntos.

   El viernes fue día de vencimiento de opciones y futuros, lo que enrarece el mercado. Pero sobre todo hay que anotar que el euro alcanzó un nuevo máximo frente al dólar. Constructoras y bancos fueron los valores más castigados. Algunas como ACS de forma importante, casi un 5 por ciento. También cayeron de forma contundente otras como Acciona o Sacyr. En paralelo, los bancos vieron también como sus acciones caían por los nuevos miedos desatados en Estados Unidos con las hipotecas de alto riesgo.

Está claro que la evolución de las bolsas estará estos días pendientes de bastantes referencias y ninguna de ellas deja lugar a dosis de esperanza. Los problemas son de calado y de difícil solución en el corto plazo. El precio de las materias primas y en el caso de España la escalada del euro van a poner en riesgo muchas de las ganancias acumuladas. Además, el problema hipotecario en Estados Unidos aunque no responda a los mismos parámetros que en España, en nuestro país los tipos no paran de subir y cada mes colocan a más familias entre la espada y la pared poniendo en peligro la sostenibilidad del crecimiento y la tranquilidad en bancos y cajas. Entre otras cosas porque el euro no va a dar un respiro al sector exterior que parecía estaba llamado a ser el colchón donde descansar del menor tirón de la demanda interna.