La 'memoria histórica', protagonista en México

Y Zapatero, acompañado de los ministros de Exteriores y de Industria, además de por su mujer, Sonsoles Espinosa, y por el embajador, Carmelo Angulo, logró arrancar aplausos de los asistentes cuando habló de la reforma del acceso a la nacionalidad española. Porque ahora podrán acceder a ella los hijos de madre española que no hubiesen podido adquirirla por haber seguido la nacionalidad extranjera del padre. Y, además, miles de descendientes de españoles cuyos abuelos hubieron de emigrar al extranjero, podrán adquirir la nacionalidad española aunque sus padres no hayan nacido en territorio español. Eso permitirá que al menos decenas de miles de personas, cuyos abuelos huyeron a México huyendo de la represión tras la guerra civil, puedan adquirir la nacionalidad española. No puede olvidarse que fue la acogida del presidente Lázaro Cárdenas la que posibilitó que centenares de intelectuales y emprendedores de la República encontrasen refugio en el país americano, pudiendo así escapar de la terrible represión del franquismo contra quienes habían servido lealmente a la República: cien mil personas fueron fusiladas o murieron de hambre en las cárceles españolas tras la guerra civil.

Sin citar estas circunstancias históricas concretas -para nada habló, aunque el tema era protagonista y estaba en el ambiente, la memoria histórica-, Zapatero dijo que la emigración española a México ha sido una de las mayores corrientes migratorias de la historia española. Recordó el presidente español que en las tres décadas desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países se ha fortalecido el diálogo político y se firmará, este lunes, una declaración para profundizar la asociación estratégica entre España y México (sobre todo, en cuestiones de seguridad). El Gobierno español, dijo Zapatero, “ha tenido un enorme interés y empeño en reconocer la gran labor realizada por tantas generaciones de españoles que tuvieron que abandonar su patria natal por tantos motivos”.

Eran, en suma, cientos de miles las personas que podrán optar a la nacionalidad española, según los cálculos gubernamentales., Una opción que Zapatero consideró espléndida, dado e papel inversor de España en los países iberoamericanos: “la España de la solidaridad que se preocupa de los derechos de los ciudadanos”. Concluyó el presidente con una de sus ya habituales proclamas: “podéis sentiros orgullosos de ser españoles”, dijo a los hispanomexicanos asistentes.