El presidente Zapatero inicia este domingo –llegó este sábado a Cancún-- una visita oficial a México y Panamá, dos países con los que las relaciones son buenas, pero, dicen fuentes diplomáticas, “insuficientes”. El Gobierno socialista de Zapatero tuvo la cordura de apoyar, en la gran pelea tras las elecciones presidenciales, al actual presidente, Felipe Calderón, conservador, frente a su oponente, el polémico López Obrador. Ya antes, José María Aznar, en un viaje a la capital mexicana cuando ya había dejado el poder, había apoyado a Calderón, antes de las elecciones, lo que provocó algunas críticas de ‘injerencia’ contra el ex mandatario español. Luego, ya consolidado como presidente, Calderón viajó a España, en un ambiente oficial de cordialidad.
Medios de La Moncloa insisten en la importancia que México tiene para España. Quizá por ello, también Mariano Rajoy viajará a la capital azteca a finales de este mes de junio, siguiendo los pasos de Zapatero y confiando en encontrarse con un clima de ’hermandad política’ con Calderón. Porque en el opositor Partido Popular reconocen que Rajoy “debe viajar más al extranjero” y, en concreto, a América Latina, donde Aznar no dejó, en general, un recuerdo demasiado bueno, merced va las presiones que intentó sobre mandatarios iberoamericanos para que se uniesen al apoyo a la guerra en Irak.
En Panamá ocurre como en México: las inversiones españolas se disparan. De ahí el interés creciente de los políticos españoles por la evolución de un subcontinente que ha estado demasiado olvidado en la estrategia diplomática española, pero no así en la de las principales empresas. Pero, en el caso mexicano, hay que añadir un nuevo factor: el apoyo que está prestando el Gobierno de Calderón a la lucha antiterrorista contra la banda ETA e España.
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