Esta vez el caos y los desmanes que viene generando la huelga nacional indefinida que acata el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación en el Perú (Sutep), encontró su merecido. Y es que sólo en Lima, cinco de sus principales dirigentes fueron detenidos luego de que la Policía frustrara la marcha de este gremio que pensaba llegar a la Presidencia del Consejo de Ministros para luego dirigirse a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El secretario general Luis Muñoz quedó arrestado junto con el líder de la facción disidente, Robert Huaynalaya, y con los dirigentes Nílver López, Wilson Maca, subsecretario, y Julia Enríquez, secretaria de Organización. También fue detenido el ex parlamentario Javier Diez Canseco por una presunta agresión a un oficial de la Policía.
El primero en ser intervenido fue Huaynalaya cuando, con otros dirigentes, iniciaba su marcha en la intersección de las avenidas Arequipa y Aramburú, en San Isidro. En dicho lugar hubo un inusual despliegue policial (tanquetas y policía rompemanifestaciones).
Tras algunas escaramuzas, los maestros decidieron cambiar de rumbo y dirigirse a las oficinas de la OIT. Pero, luego de media hora de caminata, y cuando ingresaban a la avenida Víctor Andrés Belaunde, la Policía los dispersó usando gases lacrimógenos.
El secretario del Sutep y los principales dirigentes huyeron, pero más tarde se aparecieron en el local de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, en la avenida Pershing.
Ahí, los titulares de las regiones estaban reunidos con el ministro de Economía, Luis Carranza. Muñoz salió del recinto con un documento que respaldaba la medida de fuerza, pero en las afueras lo esperaba la Policía. En un intento por escapar, él y sus compañeros se refugiaron en el local de un conocido supermercado. Después de unos minutos, lograron burlar el cordón policial.
Lo insólito, sin embargo, fue que, en vez de ponerse a buen recaudo, los dirigentes se dirigieron a la Comisaría de San Isidro para indagar, según expresaron, por los detenidos. Prácticamente fue una entrega voluntaria. Luego de intentar pasar el cordón que se había establecido alrededor del local policial, Nílver López y Luis Muñoz fueron detenidos, mientras que Soledad Lozano se 'desmayaba' para evitar el mismo destino.
El fiscal de turno, Andrés Montoya Mendoza, justificó la detención en el delito contra la tranquilidad y seguridad públicas y obstrucción del tránsito que, según dijo, tiene como pena dos años de prisión. El jefe de Requisitorias, coronel Bruno de Benedetti, indicó, además, que la marcha no tenía autorización.
De otro lado, la Defensoría del Pueblo informó que en total fueron detenidos por la Policía Nacional 158 personas por haber participado en actos de violencia registrados en diversas regiones del país en el marco de las protestas sociales.
Según el reporte elaborado por esta entidad, la mayor cantidad de detenidos se registró en Lima, donde 72 personas terminaron en la delegación policial por haber obstruido el tránsito y alterado el orden público en el distrito de San Isidro.
Si (
No(
