Dos candidatas para sustituir a Chacón

A los diputados el Grupo Socialista les ha pillado totalmente por sorpresa la designación de Carmen Chacón como ministra de la Vivienda. La hasta ahora  vicepresidenta primera de la Mesa del Congreso -toma posesión el lunes- ha sabido guardar el ‘secreto’ que, según ella misma ha reconocido, conocía desde el jueves por la mañana porque se lo comunicó personalmente Zapatero.

Como ya hemos comentado, Chacón, aunque continuará como diputada por Barcelona, tendrá que dejar en breve este cargo, al ser incompatible con su nueva y flamante cartera. La incógnita por despejar es quién podría sustituirla en los escasos meses que quedan de Legislatura en este importante –y muy bien remunerado- puesto en la Cámara Baja. Suenan dos nombres para el relevo, los dos de mujeres, como corresponde.

Las apuestas ya han comenzado. Algunos diputados nos apuntan un nombre: el de la valenciana Carmen Alborch, a la que Zapatero, dicen, le debe algún ‘favor’. Primero, nos recuerdan, se quedó con las ganas de ser Defensora del Pueblo, cargo para el que prácticamente estaba cerrado su nombre. Pero Zapatero no quiso levantar fricciones con el PP y dejó que Enrique Múgica revalidara mandato.

Finalmente, el presidente logró convencerla para que fuera candidata a la alcaldía de Valencia frente a la imbatible Rita Barberá en las elecciones del 27 de mayo. Y la ex ministra de Cultura, que en las anteriores autonómicas y municipales había rechazado la oferta de Joaquín Almunia para competir por cualquiera de estos puestos, se dejó querer esta vez, aún a sabiendas de que era prácticamente imposible vencer a la dirigente del PP. No ganó, pero luchó con entusiasmo por ello.

Ahora, argumentan nuestras fuentes, el presidente tendría oportunidad de resarcirla de tanta ‘entrega’. Todavía es pronto para confirmarlo, pero para un sector del Grupo Socialista – en el que hay muchas mujeres- está claro que le parece una excelente candidata a ocupar el puesto de Chacón en la Mesa del Congreso. Lo que está por ver es si se cumplen estos deseos y, por supuesto, si a ella le apetece.

La otra candidata es, por supuesto, la ex ministra de Cultura, Carmen Calvo, que ha recibido la oferta del presidente, a quien le dijo que se lo iba a pensar. Parece que a la Calvo no le sentó demasiado bien el cese como ministra, sobre todo por la forma un tanto precipitada de comunicárselo. Y dicen que hasta hubo lágrimas en el umbral del Consejo de Ministros del viernes.

En todo caso, el cargo será para siete meses, hasta la disolución de las cámaras legislativas. Menos es nada, claro.