Advertencia ‘civilizada’ de Marín a Cerdá
Cuando el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, Agustí Cerdá, introdujo el catalán en su parlamento en el debate sobre el estado de la nación, el presidente del Congreso Manuel Marín, le recordó, muy educadamente, que estaba incumpliendo el reglamento. Cerdá se tomó con flema la semi-reprimenda, y la cosa no pasó a mayores. Pero no volvió a hablar en catalán. Claro que casi daba igual, porque, para entonces, el hemiciclo estaba ya semivacío. Sus Señorías habían decidido darse un garbeo o, simplemente, decir un ‘hasta mañana’.
A Rajoy no le interesó Duran i Lleida
El líder de la oposición fue visto en el célebre bar ‘Manolo’, frente al Congreso de los Diputados, durante el intercambio verbal entre Zapatero y el líder de Unió y portavoz del grupo catalán, Josep Antoni Duran i Lleida. Rajoy acudió a tomarse una cañita acompañado de Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y Soraya Sáez de Santamaría, provocando un cierto revuelo en el establecimiento, donde había gentes de otra significación política, bastantes periodistas y parroquianos ‘neutrales’.
No sorprende que, tras su agotador rifirrafe con el presidente del Gobierno, Rajoy decidiese salir del recinto parlamentario –como muchos otros diputados que ‘desertaron de la intervención de Duran, dicho sea de paso—para respirar un poco de aire puro.
El PSOE no descarta impulsar una resolución conjunta sobre terrorismo
A los socialistas se les han quedado un amargo sabor de boca después de ver la dureza que ha empleado Rajoy contra Zapatero en el debate del estado de la Nación al centrar gran parte de su intervención en atacar la política antiterrorista del Gobierno. Por ello están evaluando la posibilidad de redactar una moción sobre terrorismo encaminada a recabar de nuevo la unidad de todos los partidos democráticos frente a ETA.
Fuentes del Grupo Socialista reconocieron a este diario e-Xclusivo que aunque todavía no han decidido nada, van a sondear a los demás grupos de la Cámara para ver la disposición que muestran a presentarla conjuntamente.
Con ello, volverían a dejar sólo al PP que a su vez también estudia presentar su resolución propia exigiendo las actas de las negociaciones con la banda armada que tanto ha reclamado Rajoy en el hemiciclo a Zapatero. Ambas iniciativas, de materializarse, sería votadas por el pleno el próximo jueves, última jornada del debate del estado de la Nación.
Los populares también salieron contentos...pero menos
Si los socialistas no disimulaban su euforia, en las filas del PP también aparentaban satisfacción por el resultado del ‘cara a cara’ entre Rajoy y Zapatero. Diversos diputados recalcaban el mismo mensaje. “si el presidente no se ha comprometido a hacer públicas las actas (de la negociación con ETA) será por algo”. Conclusión “Sigue mintiendo y no tiene ninguna credibilidad ante los ciudadanos”.
Rajoy, según comentaban dirigentes del PP, llevó el debate “exactamente al tema que quería” , es decir, a la política antiterrorista y a la falta de transparencia en la “negociación” con la banda.
Sin embargo, a algunos diputados de la bancada popular no gustó la insistencia que empleó el líder de la oposición en este tema y opinaban que se “enrocó” demasiado en ETA cuando tenía muchos otros motivos para haber atacado duramente al presidente como la inmigración , la educación, o la economía ‘real’ de los ciudadanos.
Euforia en las filas socialistas
Los pasillos hervían nada más finalizar el largo ‘duelo’ en el pleno entre Rajoy y Zapatero. Numerosos diputados del PSOE y varios ministros mostraban sin disimulo la satisfacción que les había producido la intervención del presidente del Gobierno en su enfrentamiento con el líder de la oposición. “Ha estado estupendo”. “Fantástico”.
“Como nunca”, eran los comentarios que, con ánimo de influir en sus diagnósticos, deslizaron ante los periodistas los titulares de Defensa, José Antonio Alonso; de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba – con una sonrisa de ‘viejo zorro’- o Jesús Caldera, encantado de haber sido el artífice de uno de los grandes titulares: la promesa de ayuda de 2.500 euros por cada nacimiento de un hijo. “Hemos puesto a España en estado de buena esperanza”, bromeaba un diputado socialista ante tan ‘espectacular’ medida.
Zapatero vio a Rajoy “en su línea habitual”
Las más de tres horas de rifirrafe hicieron mella en el presidente del Gobierno quien, al finalizar el duelo salió pitando hacia el área de Gobierno para – se supone- ir al servicio y cambiar unas breves impresiones con los ministros que ya estaban dentro, como Alfredo Pérez Rubalcaba. Al verle, un enjambre de cámaras y de periodistas intentaron abordarle. “Que tal presidente?.¿Cómo ha visto al líder de la oposición?”, fue lo único que dio tiempo a preguntarle. "Yo, bien. Le he visto en su línea habitual”, dijo escuetamente aunque con una delatadora sonrisa. Al igual que sus ministros, se le notaba que estaba contento aunque, según algunos diputados, contrariado por el hecho de que al final el terrorismo hubiera sido el eje del debate.
En el centro de un corrillo, José Blanco mostraba también su alegría restando importancia – con la boca pequeña- a la posibilidad de que los medios de comunicación den como ganador mañana a Zapatero. “Eso no es relevante”, replicaba. En estas estaba cuando se cruzó con él el presidente del Gobierno que volvía al hemiciclo. Zapatero bromeó preguntándole si ya estaba “intoxicando” a los informadores mientras Blanco sonreía ante la ironía. “Son muchos años de convivencia”, acertó a comentar el número dos del PSOE.
El PP dice que ZP les ha “copiado”
Diputados del Partido Popular distribuían en la tarde de este martes fotocopias del programa electoral municipal y autonómico, en el que se ofrecían ayudas progresivas por nacimiento o adopción hasta alcanzar los tres mil euros. La oferta lanzada por Zapatero de conceder dos mil quinientos euros por cada recién nacido en España es “una mera copia” de este programa de los ‘populares’, según los parlamentarios de este partido.
Rajoy comió en casa con los suyos
La temprana hora a la que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, finalizó su discurso inicial del debate sobre el estado de la Nación – una y media de la tarde- otorgó un poco de margen para que los líderes políticos pudieran irse almorzar sin prisa. Zapatero salió del Congreso con su esposa, Sonsoles Espinosa, con la que se fue al Palacio de la Moncloa para comer en familia. Su padre y su hermano Juan, que también habían acudido al debate, se sumaron al almuerzo.
Por su parte, el líder de la oposición aprovechó las dos horas y media de ‘recreo’ hasta el momento de comenzar su primera intervención – fijada para las cuatro de la tarde- para macharse a su casa, en donde comió también con los suyos. Antes estuvo unos minutos reunido con Ángel Acebes, Javier Arenas y Eduardo Zaplana para comentar el contenido del discurso inicial del presidente del Gobierno.
Por la tarde, Rajoy llegó acompañado del coordinador de la campaña electoral del PP, Pío García Escudero. En la tribuna de invitados ya estaban sentados esperando el comienzo del debate su mujer, Elvira Fernández, y dos de los hermanos del líder del PP, que han viajado desde Galicia a Madrid para no perderse el gran duelo.
Aguirre asistió al debate pero no Ruiz Gallardón
Pero no sólo su familia acudió al Congreso a mostrar a Mariano Rajoy su respaldo. También destacados dirigentes de su partido, el PP, estuvieron en la tribuna de invitados para que se visualizara el apoyo que le brindan. Entre estos dirigentes pudo verse a la presidenta de la CAM, Esperanza Aguirre, a su número dos, Alfredo Prada, y a la presidenta del Parlamento autonómico de Madrid, Elvira Rodríguez, a la que le llovieron las felicitaciones de los diputados del PP que compartieron con ella bancada en la pasada legislatura.
Al que no se vio por ninguna parte fue a Alberto Ruíz Gallardón. El alcalde madrileño prefirió no restar protagonismo a su ‘jefe’ ya que su presencia hubiera dado pábulo a un sinfín de interpretaciones políticas después de conocer sus deseos de estar en la lista por Madrid en las próximas elecciones generales.
José Enrique Serrano se cubrió de ‘gloria’
Pero en el más literal sentido de la palabra porque José Enrique Serrano, jefe del Gabinete del Presidente del Gobierno, recibió numerosas palmaditas en la espalda y efusivas felicitaciones por el trabajo realizado. Y es que Serrano junto a Enrique Guerrero, otro de los fontaneros monclovitas, así como Ludolfo Paramio, histórico ideólogo del PSOE, han sido los artífices del discurso de Zapatero que, la verdad, y sin que sirva de precedente, ha sido alabado hasta por los periodistas más reticentes, a excepción de la mayoría de los grupos parlamentarios que le techaron de “triunfalista”, claro está, el principal partido de la oposición. Zaplana dijo que era “un mitin de polideportivo”.
La esposa y el padre de ZP, en la tribuna de invitados
Son sus ‘fans’ incondicionales. Sonsoles Espinosa, esposa del presidente del Gobierno, y su padre, Juan Rodríguez Zapatero, no se han perdido tampoco este año el tercer debate del estado de la Nación que mantiene con el jefe de la oposición, Mariano Rajoy. Los dos escucharon muy atentos en la tribuna de invitados el discurso del presidente y cuando acabó se unieron a él para almorzar en familia.
En la tribuna también pudo ver a Marcelino Iglesias, presidente de la Comunidad de Aragón, así como al presidente del Senado, Javier Rojo, junto a algún que otro diputado autonómico como el republicano Joan Ridao, sobre el que se especula que en las generales será el próximo cabeza de lista de ERC por Barcelona.
La fortaleza de Cisneros
Vaya ejemplo que está dando el vicepresidente tercero de la Mesa del Congreso, Gabriel Cisneros. El diputado del PP, a pesar de su delicadísimo estado de salud, no quiso este martes faltar a su puesto de trabajo y acudió a la Cámara en silla de ruedas ocupando su puesto en la Mesa junto a Manuel Marín y el resto de sus compañeros, que le recibieron con efusivas muestras de afecto.
Cisneros está aquejado desde hace algunos meses de una grave enfermedad, pero ha seguido asistiendo a algunos actos de las Cámara, como el celebrado el pasado día 14 de junio con motivo de los 30 años de las primeras elecciones democráticas que él vivió en primera línea político como diputado de UCD y, posteriormente, como uno de los siete ponentes de la Constitución de 1978.
El debú de la alcaldesa canaria, sustituta de Rivero
La crisis abierta en Coalición Canaria (CC), grupo parlamentario que ha quedado disuelto integrándose en el Mixto al abandonarlo Román Rodríguez (de Nueva Canarias) pocos días antes del esperado debate del estado de la Nación, ha brindado a la alcaldesa de La Laguna, Ana Oramas, la oportunidad de presentarse en sociedad ante todos los diputados. La edil recogió la semana pasada su acta de diputada por Tenerife, en sustitución de Paulino Rivero, elegido diputado autonómico además de ser investido muy pronto presidente del archipiélago.
Oramas debutará en la Cámara en la segunda jornada del debate ejerciendo como portavoz de CC, a pesar de que Luis Mardones es el parlamentario más veterano del grupo. La pena es que tan solo tendrá cuatro minutos escasos para lucirse en el pleno ya que al pertenecer ahora al Grupo Mixto su tiempo de intervención es muy limitado.
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