¿Elecciones generales el 28 de octubre?

Como en política puede ocurrir de todo, se está extendiendo en algunos cenáculos madrileños la posibilidad de que el presidente Rodríguez Zapatero adelante las elecciones generales al próximo mes de octubre. Concretamente el día 28, domingo, podrían celebrarse estos comicios que coincidirían en día y mes con las generales de 1982, donde arrasó el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra consiguiendo 202 escaños en el Congreso (81 más que en la consulta popular de 1979) y se descalabró definitivamente la UCD de Adolfo Suárez, perdiendo 157 diputados. En aquella ocasión, los comunistas perdieron 19 diputados y, por el contrario, Alianza Popular ganó 97 escaños.

Veinticinco años después, el PSOE no lo tiene tan fácil como entonces, donde el deterioro de las condiciones económicas del país eran notorias y el conflicto interno del entonces partido gobernante (UCD) estaba un día sí y otro también en las primeras páginas de los periódicos. Sin embargo, con la jaula de grillos actual del PP –como lo define un ex ministro de Aznar- los socialistas podrían ganar las elecciones, aunque no con mayoría absoluta.

Nuestro ordenamiento jurídico contempla la posibilidad de que el presidente del Gobierno haga uso de su facultad de disolución anticipada de las Cortes Generales. Así lo dispone la ley Electoral, en su artículo 42. En virtud de este precepto y, de confirmarse estos rumores, para que las elecciones generales tuviesen lugar el domingo 28 de octubre de este año el presidente del Ejecutivo tendría hasta el 4 de septiembre para tomar esta decisión y ordenar la publicación del correspondiente decreto-ley de convocatoria en el Boletín Oficial del Estado.

No se trata de hacer ahora un análisis político de las razones por las que Rodríguez Zapatero y su mano derecha José Blanco habrían llegado a la conclusión de adelantar las elecciones a este año, haciéndolas coincidir con el mítico 28 de octubre veinticinco años después. Pero sí hay que recordar el continuo chantaje que están realizando los terroristas de ETA y sus afines, así como el deterioro que sufre el PSOE ante la opinión pública que contempla con una indefensión tremenda cómo Acción Nacionalista Vasca gestionará más de doscientos millones de euros en los Ayuntamientos donde han sido elegidos sus miembros como concejales por los votantes vascos. Por no hablar de los contínuos desaguisados de algunos ministros del Gobierno.