Los republicanos catalanes mantendrán su política de apoyo al gobierno de izquierdas pero al mismo tiempo han decidido “marcar perfil propio” para evitar, como ha pasado en muchas localidades donde gobernaban en coalición con socialistas e ICV, ser afectados por el “abrazo del oso”.
El pistoletazo de salida lo ha dado Puigcercós, consejero de Gobernación. Ha hecho críticas a lo que considera posición poco exigente del PSC frente al gobierno del PSOE en el despliegue autonómico. Una de las razones a favor de esta posición son los resultados de encuestas que le quitan a ERC su grupo parlamentario en Madrid a favor de CiU.
Quien no está muy de acuerdo con la idea de marcar distancias con los socialistas ya es Carod. El vicepresidente del gobierno catalán es partidario de aguantar sin romper la imagen de cohesión del gobierno hasta un tiempo prudencial antes de las nuevas autonómicas. Cree que a medio plazo los electores agradecerán esta posición y que los ciudadanos votan en clave diferente en las autonómicas que en las locales.
Paralelamente, Puigcercós, el eterno aspirante al liderazgo absoluto del partido ha dicho sin ambages estar preparado para ser el cabeza de lista de ERC en las próximas autonómicas.
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