Audaz campaña para evitar la explotación de crudo en Amazonia

Respaldados por el Gobierno, los ecologistas fijaron un plazo de un año para reunir hasta 1.200 millones de dólares que, según ellos, compensarían las ganancias que se perderían por dejar enterrado el crudo en el Parque Yasuní (sureste), indicó Esperanza Martínez, directora de la ONG Acción Ecológica.

"Los recursos los recibirá el Estado a cambio de que se comprometa a no extraer nunca el crudo y a destinar la ayuda para la protección del Yasuní y de los pueblos indígenas", explicó.

Una parte del dinero provendrá de la venta simbólica, por cinco dólares, de cada "barril enterrado", por la que los donantes recibirán un certificado que los acredita como los dueños del crudo, agregó Martínez.

Simultáneamente, el gobierno de Rafael Correa recolectará recursos en el extranjero, con el argumento de que Ecuador a través de la conservación del Yasuní combatirá el calentamiento global, reduciendo las emisiones de gas carbono.

"Esta es una campaña innovadora, sin antecedentes, por la que los ecuatorianos se comprometerán en la defensa del medio ambiente", sostuvo Martínez.

Con una extensión aproximada de un millón de hectáreas, la mayoría de bosque húmedo, el Yasuní fue declarado por la Unesco reserva mundial de la Biosfera en 1989. Dentro de sus márgenes habitan los últimos indígenas nómadas de Ecuador, conocidos por su aislamiento voluntario.

Según Acción Ecológica, en una sola hectárea del Yasuní "hay tantas especies de arbustos nativos como en toda América del Norte".

Dentro de la reserva están ubicados, además, los campos Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) que conforman la mayor fuente de petróleo de Ecuador -el quinto productor sudamericano-, con reservas probadas de unos 1.000 millones de barriles.

La riqueza del Yasuní es uno de los mayores dilemas del gobierno según ha admitido Correa, que se bate entre la conservación del medio ambiente y la explotación petrolera en un país con un índice de pobreza de 51%, según cifras oficiales.

El mandatario invocó la solidaridad de otros países para dejar enterrado el crudo a cambio de una indemnización anual de 350 millones de dólares, correspondientes a la mitad de los recursos que recibiría por la explotación del ITT.

Los ambientalistas presentarán su propuesta este martes durante un acto presidido por Correa, que se comprometió a abrir una cuenta del Estado para recibir las donaciones y emitir los certificados simbólicos para los "nuevos dueños del petróleo", indicó la directora de Acción Ecológica.

La campaña empezó con la instalación de 15 vallas gigantes en varias ciudades, en las que los ecuatorianos estamparán su firma en respaldo a la iniciativa y posterior a ello, en unos 15 días, pondrán en marcha la recolección de fondos, agregó.