Enfrente, el candidato del Partido Popular por Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se veía arropado por el presidente de los populares en Andalucía, Javier Arenas, y de espaldas a esa encuesta antes citada aseguraban que esta vez van a ganar en las ocho capitales andaluzas porque los andaluces, según afirmaron, están convencidos ya de que se vive mejor bajo el gobierno de su partido.
A la sombra de ambos y a la misma hora, los candidatos del Partido Andalucista y de Izquierda Unida celebraban también su primer acto de campaña con promesas entremezcladas con ataques hacia los dos partidos mayoritarios (cada cual “al suyo”) conscientes de que nadie les da posibilidad de victoria pero que tienen todas las papeletas de formar gobierno municipal con PP o con PSOE, respectivamente, porque no habrá mayorías absolutas en el Ayuntamiento hispalense.
Donde sí que dicen los sondeos que volverá a haberla es en el Ayuntamiento de Málaga, en el que el Partido Popular liderado por Francisco de la Torre vuelve a obtener la mayoría absoluta mientras que IU y PSOE se mantienen prácticamente en los mismos términos que en las elecciones de 2003, lo que tal vez influyó en la candidata socialista, Marisa Bustinduy, para subir a un globo y desde él lanzar su promesa de que “Haremos más”, en su deseo de subir también el ánimo y el número de sus votantes.
La historia sería perfectamente repetible en cualquiera otra de las restantes capitales andaluzas, en las que todos sembrarán sus promesas durante los próximos quince días en un intento de asalto a los sillones de poder que, salvo grandes sorpresas, van a seguir perteneciendo a los populares en Almería (aunque muy desmembrados), Cádiz, Granada, Huelva y Jaén y a Izquierda Unida en Córdoba, aunque fuentes populares anuncian un cambio importante para esta última ciudad.
Una victoria del PP que las encuestas apuntan también en la carrera hacia la Alcaldía de Marbella, quizás porque ha sido el único partido cuyos miembros no se han visto implicados en los casos de corrupción destapados por la “Operación Malaya” y en la lucha por la de Jerez de la Frontera, el antiguo feudo de un Pedro Pacheco al que ya casi nadie quiere ver de nuevo al frente del poder.
Pero como el mundo es como es y ya más o menos se sabe lo que va a pasar en estas dos semanas, la mirada de la mayoría de los andaluces (por mucho que no tengan que votar en ella) se han vuelto hacia la gaditana Espera interesados en saber si por fin los socialistas van a usar en su primer acto de campaña ese gancho denunciado a la Junta Electoral de Zona de rifar una vivienda de protección oficial entre los asistentes al mitin.
Si (
No(
