Conmemoran diez años del operativo Chavín de Huantar

En el décimo aniversario del operativo militar "Chavín de Huántar", llamado así por imitar los túneles subterráneos del centro arqueológico pre-incaico del mismo nombre, el Ejército llevó a cabo una ceremonia en la sede de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales en Lima.

El general del Ejército en retiro Hugo Robles, responsable de una de las unidades del operativo militar, tuvo a su cargo el discurso de orden en el cual destacó el profesionalismo de los 142 comandos, que empezaron a prepararse para el rescate horas después de la toma de la casa diplomática, el 17 de diciembre de 1996.

Robles recordó con orgullo la labor del comandante Juan Valer y del teniente Raúl Jiménez, fallecidos en el operativo, así como la figura del magistrado Carlos Giusti, el único rehén muerto.

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue la imposición de la condecoración "Cruz Peruana al Mérito Militar, en el grado de Caballero" a los 24 mineros que trabajaron durante 42 días en la construcción de los túneles de acceso a la casa desde residencias vecinas.

Los mineros fueron llevados por el Servicio de Inteligencia desde la ciudad de Cerro de Pasco, minera por excelencia, para trabajar durante las madrugadas en la extenuante labor.

Conforme la construcción avanzaba hacia la casa del entonces embajador Morihisa Aoki, el ruido se hacía más evidente, motivo por el cual, las autoridades decidieron instalar altoparlantes con música a todo volumen para distraer a los secuestradores y a la prensa apostada en el lugar.

Los comandos ingresaron a los túneles tres días antes del 22 de abril para esperar la orden de asalto, que vino de uno de los rehenes: el vicealmirante Luis Giampietri, ex director del Escuela Naval del Perú.

Giampietri, experto en inteligencia, logró comunicarse con el exterior gracias a los micrófonos secretos introducidos en la casa en algunos de los objetos llevados por la Cruz Roja Internacional, como una guitarra, y de esa forma detallar el momento indicado para la retoma de la casa.

RECHAZA CUESTIONAMIENTOS
Precisamente, Giampietri, convertido hoy en primer vicepresidente de la República, entregó las condecoraciones a los mineros en la ceremonia.

El vicepresidente se ha quejado de una persecución judicial contra los comandos, por las supuestas ejecuciones extrajudiciales de "emerretistas" sobrevivientes, y negó el sábado que haya habido un grupo clandestino con la orden de matar a los secuestradores rendidos.

Esta versión fue investigada y recogida por el periodista Umberto Jara en el libro "Secretos del túnel". Ahí se narra cómo un grupo infiltrado del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) controlado por el ex asesor Vladimiro Montesinos, ingresó infiltrada a la residencia para asesinar extrajudicialmente a los terroristas caídos.

Varios testigos, incluido un cónsul japonés, vieron a los secuestradores detenidos tras el rescate. Finalmente todos ellos fueron muertos, e incluso, el presidente Alberto Fujimori apareció en un video paseándose por los pasillos de la bombardeada residencia con los cadáveres colocados en posiciones casi teatrales.

A la ceremonia castrense asistieron las principales autoridades del Estado, Giampietri en representación del mandatario Alan García, que viajó a Estados Unidos, el ministro de Defensa, Allan Wagner; la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas; y el presidente del Poder Judicial, Francisco Távara, entre otros.

Junto a los comandos que participaron en esa fecha, marcharon también una veintena de ex rehenes, entre los cuales estaban los ex legisladores fujimoristas Carlos Blanco y Gilberto Siura.

En declaraciones a Radio Programas del Perú, Siura dijo que era "materialmente imposible ver quién estaba cerca" durante el rescate, debido a la polvareda que se levantó en la casa por las explosiones y balas.

Siura negó de esa forma haber sido testigo de que el "emerretista" Eduardo Cruz, alias Tito, lugarteniente de Néstor Cerpa, líder del MRTA y del comando secuestrador, haya sobrevivido al rescate y devuelto a la casa, donde después apareció muerto junto a sus 13 compañeros.