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Rajoy, más y mejor

Coinciden casi todos: más y mejor que Zapatero. Es la valoración que, con matices, se hace tanto en los ambientes próximos al Gobierno como en los de la Oposición. Y en la mayoría de los medios de comunicación, desde El País hasta El Mundo. Pero, sobretodo, en la calle, lo que es más significativo. Parece, incluso, que muchos han descubierto ahora al verdadero Rajoy. El Rajoy que, como decíamos hace unos días, parece que desde su propio partido no dejan despegar, frenando su capacidad de buen líder de un centro-derecha a medio hacer.

Rajoy tuvo más audiencia que Zapatero en el mismo programa “Tengo una pregunta para usted”. Medio millón de televidentes más, de media, superando los ocho millones en horas punta. Contestó muchas más preguntas, aproximadamente el doble, que Zapatero, y a más repreguntas. Además -anécdotas y alguna huida de estudio aparte- estuvo mejor. Divagó menos, fue más claro y concreto, siendo las preguntas más duras y directas que las hechas al presidente del Gobierno. Se desenvolvió con afable proximidad a la gente y con la inteligente autoridad de quien domina la materia y quiere ser transparente. Prácticamente no dejó nada por responder, animando a que le siguieran interrogando. Alguien que yo tenía al lado mientras veía a Rayoy, y de quien casi no soporta que citen el nombren delante suyo (¡“esos del PP”!), comentó: “Ha ganado a Zapatero”,“parece más moderado de lo que pensaba”, “con éste se puede dialogar aunque discrepes”. Todo un test, para que lo tenga en cuenta su partido que está secuestrando la verdadera personalidad de Rajoy.

El interés popular y político despertado por el programa televisivo de preguntas a Rajoy, pone en evidencia varias cosas: que la gente se interesa por la política cuando cree que le van a hablar claro; que Rajoy, pese a algunas encuestas, es valorado como un hombre de gobierno; que la propaganda de los partidos y medios adversarios han sabido crear –a veces con su própia colaboración- un generalizado ambiente hostil al Partido Popular y a su líder; que la personalidad de Rajoy, si le dejan, puede contribuir mucho a despejar esta atmósfera de interesada intoxicación; yque Rajoy, despojado del excesivo lastre actual de su entorno, podria reorientar a su partidohacia una gran formación política liberal, moderada, de centro-derecha, que el país necesita para sosegarse y progresar, dentro de la democrática dialéctica de la alternancia política en el Gobierno.

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