El fin del mandato de Jacques Chirac, actual Presidente de la República, está cada vez más cerca. Los candidatos apuran el poco tiempo de campaña que les resta para celebrar sus últimos mítines y hacer sus últimas declaraciones. A falta de pocas horas para el 22 de abril, día en que se celebrarán las ansiadas elecciones, y cuando parece que todo está dicho y sabido, los medios de comunicación aùn producen despliegues informativos preelectorales.
Este jueves el sur de Francia estuvo cargado de escenarios donde los aspirantes al Eliseo pronunciaron sus ùltimos discursos: Royal, del Parido Socialista, estuvo en Toulouse junto al Presidente del gobierno español, Josè Luis Rodrìguez Zapatero; Buffet, candidata del Partido Comunista, y Sarkozy, por Uniòn por un Movimiento Popular, en Masella; Le Pen, del Frente Nacional, en Niza y Bayrou, por Uniòn Democràtica de Francia, en Pau. La mañana del viernes los institutos de opiniòn regresan con nuevas intenciones de voto: Segùn CSA, Sarkozy vencerìa en la primera vuelta con un 27% de los votos, seguido de Royal con un 26%, Bayrou con el 17% y Le Pen, muy de cerca, con un 16% de los sufragios.
Los sondeos coinciden en que más del 40% de la población aún no tiene decidido por quién apostar. Aunque Nicolas Sarkozy es el más votado en las encuestas, son tres los candidatos de los que se espera se repartan la mayoría de los sufragios y, sólo entre ellos, se produzca alguna sorpresa predecible. Dentro del marco de estas sorpresas está la posibilidad pesimista de no llegar a la segunda vuelta, que de producirse se celebraría el 6 mayo. Si el sistema francés permite al ciudadano ser más idealista en la primera vuelta para ser màs realista en la segunda, hay quien apela a hacer esta vez lo contrario bajo el lema del “voto útil” porque teme que si no se actúa drásticamente en la primera, no habrá segunda.
El Partido Socialista es sutil con su imagen de seguridad ante las urnas cuando deja entrever la formación prematura de su equipo de gobierno. Bernard Kouchner, ex ministro de Mitterrand y Jospin, dice en ‘Le Monde’ este viernes que “una alianza entre el Partido Socialista, los Verdes, otros más de izquierda, y de centro, no sobre una base electoral, sino un programa de gobierno, no es escandalosa, pero es políticamente incorrecto decirlo antes de la primera vuelta”.
Por su lado, Sarkozy espera “estar en la segunda vuelta”, según refleja una entrevista al candidato publicada este viernes en ‘Le Parisien’, y agrega que “cualquiera que sea mi adversario será difícil”. Hace balance de la campaña y se queja del “precio que ha tenido que pagar mi familia” porque “los ataques contra mí son mucho más fuertes que contra los otros”. Dice que si es “presidente de la República no habrá regulaciones masivas porque eso favorece las redes criminales” y que “los menores multireincidentes de más de 16 años serán tratados como mayores. Es el mejor camino para hacer volver al camino recto a los jóvenes”. Esa es parte de la política de seguridad y de identidad nacional del candidato de derechas, que ha creado polémica entre los aspirantes al Eliseo y ha protagonizado la campaña.
A día de hoy muchos debates quedan en el aire, como el de Europa vs. la identidad nacional, mientras otros se acaban de abrir, como el dudoso buen funcionamiento de las ‘máquinas de votar’, que, como Los Verdes, algunos consideran “peligrosas” para el normal curso de la democracia porque las usarán un millón y medio de electores el domingo próximo.
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