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Bill Gates, la computación y sus proyectos sociales

Bill Gates, la computación y sus proyectos sociales

La Habana (PL).- Los avances revolucionarios de las nuevas tecnologías hacen opacar otros factores importantes de estos medios que tienen que ver con las formas de cultura y el desarrollo de la sociedad en el mundo.

Sólo unos pocos investigadores y expertos como Herbert Schiller, Dallas Smythe, Ignario Ramonet, Ariel Dorfman y Armand Mattelart, están asociados a los conceptos críticos y a la búsqueda de la dimensión social y política de la informática.
Esta tendencia es apenas visible en la literatura internacional debido a que muchos la rechazan sugestionados por la magia de la computación.

En otros trabajos hemos hablado del extraordinario aporte de los nuevos medios y de cómo estos recursos abren camino a la inteligencia y estimulan la imaginación debido al ejercicio lógico de la cibernética.
Nuevos mecanismos y formas de pensar, sobre todo para los jóvenes, crean mayores posibilidades de educación y conocimiento que las que han existido hasta ahora. Pero esto no debe impedir la previsión de otros aspectos fundamentales que tienen que ver con el bienestar y progreso de la humanidad.
En este sentido pocos se han preguntado sobre la naturaleza de las grandes corporaciones transnacionales y los procesos de monopolización y concentración financiera, cómo se van a solucionar las profundas diferencias de clase que afectan a los países pobres y les impiden tener acceso al mundo digital, y cómo desarrollar políticas verdaderamente autónomas e independientes, acorde a los objetivos de educación propio de cada país.
Esto es importante, porque es bueno que se sepa que las corporaciones transnacionales están tratando de dirigir a los gobiernos y los sistemas de enseñanza y las estructuras de comercio de las naciones del Tercer Mundo.
Este proyecto no solo neoliberal sino también ultra conservador, dirigido por Estados Unidos, es una tarea que deberá neutralizar el Movimiento de Países No Alineados, actualmente bajo la presidencia de Cuba. La computación está en el centro de estos problemas, dicho por el propio Bill Gates.
UTOPIA POLITICA DE GATES
Bill Gates, dueño de Microsoft y el hombre más rico del mundo, refuerza cada vez más el rol político de las nuevas tecnologías.
El pasado año ofreció al entonces Presidente de México, Vicente Fox, establecer un sistema de redes digitales en las bibliotecas públicas y escuelas primarias al costo de dos mil 500 millones de dólares, incluidos programas diseñados para el fomento de valores sociales.
El programa se frustró por falta de tiempo y dinero. Igualmente anunció la donación de equipos por valor de seis millones de dólares para el sistema de educación colombiano, más para consolidar principios políticos que para promover habilidades.
El poderoso empresario tuvo a su cargo una conferencia magistral en la reunión anual de la Sociedad Interamericana de Prensa en la que afirmó que "el gobierno electrónico fortalece la democracia".
Según su perspectiva, las nuevas tecnologías hacen más participativa la sociedad y ofrecen un mayor control sobre el gasto público.
Agregó Gates que hay que impulsar la ciudadanía para que funcione como una empresa, ya que existe la impresión de que los gobiernos no son muy eficientes.
El gobierno electrónico, dijo, debe facilitar la interconexión de todos sus departamentos para movilizar la participación en los negocios y ayudar a resolver los problemas sociales y de educación. Así todo puede ser más sencillo y eficaz, reportó la agencia española EFE.
El dueño de Microsoft vaticinó cambios profundos en la década digital, incluyendo todos los campos sociales.
En su conferencia sobre las innovaciones en la computación advirtió que hay que invertir y promover la industria electrónica para fomentar los cambios en el mundo.
Señaló que hay que ver estos medios como una herramienta de poder y no como una amenaza al hombre y que la mejor demostración es que Ubterbet y la mayor parte de los softwares aplicados eran sólo un sueño hace pocos años.
Gates predijo que los cambios profundos se verán dentro de 10 años, periodo en el que se transformarán los aspectos sociales, educativos, comerciales y técnicos, tanto los relacionados con el entretenimiento.
Hizo especial énfasis en que todo será interactivo como la publicidad, las compras y las ventas, por lo cual se avecina una nueva sociedad y un nuevo tipo de empresa.
NUEVOS PLANES Y PERSPECTIVAS
Gates anunció que el próximo año dejará su empresa para dedicarse a estimular estas transformaciones a través de su Fundación, cuyos fondos se ignoran aunque se estiman en varios miles de millones de dólares.
Sin embargo, señaló que esta utopía basada en la electrónica está asociada al capitalismo y la empresa privada, los que considera como el soporte básico de los cambios por venir.
También llamó a "reinventar" la prensa y exhortó a los propietarios de los medios de información que constituyen el centro de la SIP, a crear nuevas formas de acceder a la comunicación porque los medios impresos corren el riesgo de desaparecer.
Una de las cosas que más le preocupó a Gates y a los intereses que representa es la brecha creciente que se ha producido entre los países ricos y los que él llama "los menos afortunados", lo cual piensa que se puede detener y resolver mediante donaciones y formas de cooperación y compromisos, como Microsoft hizo con Colombia en el sentido de facilitar el acceso a Internet y a las "laptop" en escuelas, bibliotecas y centros comunitarios, todo listo para impartir una educación apropiada.
Sólo una cosa perturba a este visionario social del neoliberalismo y es que todo este sueño maravilloso no servirá de nada sino se bajan los costos de las conexiones de las redes globales, del mantenimiento de los equipos y del precio elevado de la banda ancha, lo que permitiría multiplicar por millones los mensajes electrónicos.
Es en estos sectores donde hay que innovar con mayor energía para lograr una mayor productividad, rentabilidad y eficiencia, dijo el magnate.
Después de este panorama profético, propio de un encantador de serpientes, tenemos que preguntarnos qué piensan aquellos países cuyos gobiernos han priorizado la lucha contra el hambre y el desempleo y que ahora afrontan la conversión a corto plazo de alimentos por biocombustibles.
¿A dónde vamos con tanto sueño irrealizable, como siempre de factura capitalista, y con tanta miseria, sufrimiento y parálisis social? ¿Podría responderlo honestamente el hombre más rico del mundo?
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