"La inmediata transferencia de los marinos a una base militar, así como la coordinación de entre medios de comunicación británicos y estadounidenses para transmitir simultáneamente una rueda de prensa no puede dañar el hecho de que existen pruebas y documentos de la violación del territorio iraní por parte del Ejército británico", afirmó el portavoz, que calificó de
"teatrales" estas declaraciones.
En relación a la aproximación del Gobierno británico al incidente, el portavoz "lamentó" que el primer ministro, Tony Blair, "sea incapaz de entender la clemencia ofrecida por la República Islámica de Irán", por su "desconocimiento de la cultura islámica y de la civilización iraní".
"El Gobierno británico escogió la política de 'huir hacia adelante' y justificar así los errores realizados por su personal militar, en lugar de honrar la correcta intervención de las fuerzas iraníes", estimó el portavoz.
Además, añadió "que estas políticas del Gobierno Blair no son nuevas" y que en casos anteriores, el Ejecutivo británico había "intentado expulsar a sus soldados", antes de admitir la "existencia de pruebas relevantes" respecto a anteriores violaciones territoriales.