“En la Guardia Civil, la cosa está que arde”, manifestaba al autor de estas líneas hace pocos días un capitán del cuerpo, ya retirado, pero muy en contacto con sus antiguos compañeros. Pero, según este mismo capitán, el fondo de toda la cuestión no hay que buscarlo en la manifestación ni en los expedientes abiertos – y por abrir – contra los agentes que participaron en la Plaza Mayor de Madrid. Y si se profundiza más, ni siquiera en la petición de desmilitarización de algunas asociaciones de guardias. Hay que buscarlo en la discriminación respecto a la policía en cuestiones de derechos, reivindicaciones y…dinero.
Por otra parte, la cúpula militar ha trasladado al ministro del Interior su preocupación por los hechos. La Guardia Civil es un cuerpo militar con una doble dependencia de Interior y de Defensa. Los mandos militares temen el “efecto contagio” en el resto de las Fuerzas Armadas “ aunque por ahora no es previsible”, manifestó uno de ellos. Pero como bien señala Miguel González en El País del domingo, “ahora no es siempre”.
Se da la circunstancia de que el divorcio de los agentes no lo es con los militares, o al menos no solamente, sino con sus mandos, que se educan en la Academia General Militar y hacen el curso de Estado Mayor del Ejército. Y con el PSOE, por lo que ellos dicen que han sido faltas a lo prometido en el programa electoral. Nunca dijeron nada de desmilitarización, pero si prometieron un nuevo régimen para el Benemérito Instituto que ya ha salido como anteproyecto, pero tarde según la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).
¿Dónde está el quid de la cuestión?. Resulta que un agente gana menos que un policía. Pero no un poco menos, sino bastante menos, a pesar de que su régimen es más duro y sin horarios fijos. Es el resultado del reparto de los pluses de productividad. En la Guardia Civil es a discreción de los mandos y en la Policía, no. ¿Por qué?. Porque la Policía tiene sindicatos que negocian y dicen no, y los guardias civiles no disponen de ese instrumento. Y quieren tenerlo. Buscar el reparto de los dineros y hallaréis las causas. Y en este caso los agentes, en ese aspecto, tienen toda la razón. Los agentes ganan menos que los policías por el reparto de ese plus. Algunos mandos de la Guardia Civil ganan más que los de la policía por esa misma discrecionalidad.
Desde estas mismas páginas, hace pocos días, se advertía de que debían tomarse medidas represivas con la Ley en la mano, porque el Gobierno no debía mirar hacía otro lado, pero no es menos cierto que se deben acelerar las soluciones a una situación insostenible que, efectivamente puede llegar a ser contagiosa y en la que, además, los guardias tienen razón, aunque la hayan podido perder con la manifestación en marcha. Y todo puede hacerse sin desmilitarizar nada, solamente con coraje, con contundencia y con justicia, pero eso sí, sin pausas.
Si (
No(
