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No era compasión, era cesión

No era compasión, era cesión

No había motivos médicos para enviar al sanguinario José Ignacio de Juana Chaos a su domicilio, como querían el Gobierno y los nacionalistas. Su vida no corre peligro y la alimentación por sonda que recibe en el hospital madrileño Doce de Octubre le mantiene sano y lejos del peligro de muerte. Así lo afirma el auto dictado el jueves por doce de los seis magistrados de la Audiencia Nacional que decidieron el asunto, y que hacen referencia en su escrito a la evaluación realizada por sus peritos y así lo corroboraban el sábado tres médicos a los que, por separado, el diario 'El Mundo' pidió que estudiaran los últimos análisis clínicos del terrorista. De Juana, corroboraron los tres especialistas, no está desnutrido, conserva normales las funciones hepática y renal y mantiene estables los niveles de glóbulos blancos y rojos, Si tiene disparados los niveles de colesterol y ácido úrico, agregan, es porque la dieta que se le proporciona por sonda es rica en proteínas.

   ¿A qué viene entonces la petición del fiscal a la Audiencia Nacional para que dejara a De Juana en situación de prisión atenuada en su domicilio por causas humanitarias? Para contestar a esta pregunta hay que recordar dos cosas: una, la campaña desarrollada en medios de comunicación afines al Gobierno en los días anteriores a la petición del fiscal en la que se aseguraba que De Juana se encontraba gravemente enfermo y su vida corría peligro; dos, que ese fiscal obedece órdenes del fiscal-jefe de la Audiencia Nacional y este sigue las indicaciones del Fiscal General del Estado, quien a su vez hace lo propio con el Gobierno.

   Suena duro escribir que el fiscal mintió o le hicieron mentir, así que la cosa puede quedarse en que se equivocó o le hicieron equivocarse al plantear la necesidad de ser compasivos con un ser humano cuando no había motivo para pedir compasión. También quedaría mal señalar a los medios que publican noticias como la de la extrema gravedad de la salud de un individuo sin citar fuentes ni disponer de la analítica correspondiente, por lo que todo podría quedarse en un caso múltiple de desinformación. Lo único de lo que no queda duda una vez que tenemos todos los datos en la mano es que si el Gobierno quiso mandar a su casa a De Juana Chaos fue por ceder. Naturalmente ante ETA. Lo demás es, lisa y llanamente, una falsedad.

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