Es así. La
decisión de 12 jueces contra 4 de la Audiencia Nacional para mantener la condena de prisión al etarra
De Juana Chaos hay sido un acierto y un acto de justicia propiamente dicho. Entiendo las razones de algunos políticos y por supuesto, ciudadanos, que pedían aplicar la ‘prisión atenuada’ porque el preso, dice un informe médico, corre peligro de muerte. Pero vayamos por partes:
Punto 1: Ninguna pena nos tiene que dar un asesino con 25 muertes de inocentes a sus espaldas.
Punto 2: Su situación crítica es cierta. Sí. Pero provocada voluntariamente como medida de chantaje, que no de protesta, por su última condena de prisión por amenazas terroristas en unos artículos de prensa publicados en el diario Gara.
Punto 3: Aun en el caso de que fuera ‘justo’ dejarle acabar su condena en casa, bajo vigilancia judicial, claro está, suponía sentar un precedente harto peligroso para el futuro: cualquier etarra, o incluso un asesino del 11-M, con casi 200 muertos, podría repetir la fórmula exitosa. El modo de proceder sería éste: Pido revisión de condena o entro en huelga de hambre. Pierdo 30 kilos, me medio muero, y entonces doy pena a la Justicia.
Punto 4: Señor De Juana, si es que se le puede llamar “señor”… Más pena da a España y al resto del mundo los que se mueren de hambre sin tener ninguna culpa, y lo hacen abandonados a su suerte y día tras día, envueltos en la miseria. Usted vive, gracias a Dios, en un Estado de Derecho y su condena está motivada y garantizada. Sus derechos han estado ahí. Usted no dio ni una oportunidad a las víctimas de… ¿un terrorismo que quiere la independencia de Euskadi? ¿Es eso? Que causa más justa, señor De Juana. Perdón, quise decir preso De Juana.
Si (
No(
