Lo habitual, cuando un presidente extranjero viene a España, es que antes conceda entrevistas a algunos corresponsales de grandes medios españoles en el país de que se trate. Y que el presidente español conceda interviús a los corresponsales de ese país en España. Pues resulta que el presidente mexicano, Felipe Calderón, llega a Madrid el próximo día 29, para una visita oficial de día y medio.
Calderón sí ha concedido al menos una entrevista –a El País--, pero Zapatero, hasta el momento, ha rechazado responder afirmativamente a las peticiones de los medios mexicanos que le piden una entrevista. ¿Por qué? Medios aztecas dicen que podría ser que al presidente español no le gustaría que le preguntasen ahora demasiado por ETA, especialmente dado que México ha sido, en el pasado, tierra de asilo de algunos terroristas vascos.
Aunque la verdad es que a ZP parecen repelerle últimamente las preguntas de los informadores. Este miércoles, en la recepción real al cuerpo diplomático, se escabulló como pudo de los corrillos periodísticos. Y La Moncloa ya advirtió que, en su aparición por la tarde en un acto –junto con Baltasar Garzón—en la casa de América, para nada iba a tratar sobre cuestiones internas.
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