Regrese Señor González

La autoría de la frase “¡váyase, señor González”! , pronunciada de forma reiterada por José María Aznar en sede parlamentaria, corresponde a su asesor de comunicación Miguel Ángel Rodríguez que, en eso de frases impacto, sabía mucho.

Aquello ocurrió cuando Felipe González llevaba cerca de 14 años en el gobierno y, como ha recordado el ex presidente, hasta él mismo ya se aguantaba mal.

Sin embargo, después de Felipe, en el socialismo español, no ha habido nadie capaz de sustituirle sin que se notara su ausencia, aunque todos los que lo intentaron, además de españoles y ser mayores de edad, tenían virtudes intelectuales indiscutibles.

Hace unas horas González, que sólo concede entrevistas a algunos de sus amigos, ha hablado con Concha García Campoy en La Sexta y he de reconocer que me ha vuelto a seducir.

Su tono de voz, su mirada, su lenguaje gestual, su ironía calculada y sobre todo su independencia no para hacer propaganda ni frases huecas, sino para decir lo que siente y cree, me hicieron pensar que hay quienes deberían volver y quienes nunca deberían haber llegado.

Jugar a lo que ya no puede ser conduce a la melancolía, pero es un derecho al que yo no quiero renunciar.

En mi primer libro, “El triángulo: el PSOE durante la transición”, que hace más de 20 años me lo presentaron Alfonso Guerra y Luís Gómez Llorente, aparece un Felipe González capaz de comerse el mundo y deseoso de situar a España en el mapa, y ¡vive Dios que lo consiguió!

Ahora es fácil recordarlo cuando no pocos ayudamos a echarlo por no perdonarle algunos de sus graves errores, pero en un momento como éste -y sabiendo que es imposible -entran ganas de decir “Regrese señor González” porque hacen falta políticos como usted que, como los buenos vinos, ha ganado con el paso de los años.

Es cierto que lo que tenemos ahora no le llega ni a la suela de sus botas, pero también no es menos verdad que la alternativa que viene por la derecha a veces mea fuera del tiesto.

Solo recupero dos frases de su entrevista con la Campoy, porque los tres segundos de silencio que mantuvo cuando le preguntó por José Blanco, dicen lo que piensa de esa mente pensante.

 “En los temas importantes, no se puede trabajar con una sola hipótesis” y “No es bueno que en el partido socialista no haya oposición”.

Reconforta ver y oír a alguien como González hablando sobre temas serios, aunque conduzca a la melancolía saber que “esto es lo que hay”.