red.diariocritico.com

Secretario General de CC.OO. Madrid

Un año que nace viejo

Nace 2007 cargado con los peores signos del pasado. El terror y la violencia han querido estar presentes para amargar el inicio de un año que ya venía cargado de pesados lastres heredados. Con muy pocas horas de diferencia era ejecutado en Irak Sadam Husein y la banda terrorista ETA daba por concluida la tregua con el atentado cometido en la Terminal 4 de Barajas.

El sátrapa del terror ejercido durante décadas contra el pueblo irakí o el pueblo kurdo, el mismo que prestó extraordinarios servicios a EEUU, desencadenando la guerra contra Irán, ahora es ejecutado por un gobierno nacido de la guerra decretada por los mismos EEUU, al margen de la ONU, aduciendo la existencia de terribles armas de destrucción masiva que nunca aparecieron. Un gobierno atenazado por la guerra civil y amenazado permanentemente por la ocupación militar del país que no consigue, en modo alguno, garantizar la paz y la seguridad en Irak. Tras un juicio cargado de irregularidades, hay quien ha preferido pensar que muerto el perro se acabó la rabia, cuando el perro no es sino el portador de una rabia extendida por todo el mundo islámico, cuyas consecuencias hemos padecido y siguen amenazando nuestra vida cotidiana, en un mundo cada vez menos seguro.

La violencia y el terror se ha vuelto a adueñar de Madrid, este pueblo trabajador y defensor de la paz, condenado a recibir los más duros golpes de quienes convierten la violencia en el instrumento permanente del terror que pretenden sembrar de forma masiva en las conciencias de los pueblos. El atentado de la banda terrorista ETA en la T-4 de Barajas es mucho más que la ruptura de una tregua. Es la apuesta por una estrategia violenta que creímos desterrada para siempre de la geografía nacional tras dramas como el que vivió Madrid con los atentados del 11-M. Nos resistíamos a pensar que el terrorismo de ETA fuera capaz de seguir la senda del terrorismo islamista, provocando atentados cuyo objetivo sea sembrar la muerte y el dolor irreparable en lugares altamente transitados. Una sola muerte hubiera invalidado todos los pasos anteriores. El asesinato de dos personas, las heridas causadas a otros muchos, además de los trastornos producidos a miles de pasajeros, además de la destrucción de parte de las instalaciones de la T-4 y de bienes personales, suponen cegar las vías de la negociación y retomar la senda del terrorismo.

Terrorismo sobre un pueblo que resistió desde el primero al último día de la Guerra Civil española los embates de las tropas franquistas. Terrorismo sembrado por la represión que se adueñó de la vida cotidiana produciendo víctimas como Julián Grimau o Pedro Patiño y que se negó a desaparecer con la muerte del dictador produciendo un último y espantoso coletazo de terror con el asesinato de los Abogados de Atocha. Terrorismo de ETA que ha producido en Madrid más asesinatos que en ningún otro lugar de España. Terrorismo islamista que ha golpeado a Madrid y la ha hermanado en el dolor con ciudades como Nueva York, Londres y Bombay.

Sin duda, sabemos los madrileños más que muchos y tanto como cualquiera en este mundo sobre dictaduras, guerras fratricidas, terrorismo y dolor. Sin duda, en esta ciudad y en esta Región, donde es madrileño cuanto ser humano viene a vivir y a trabajar, sabemos de voluntad de Paz, de convivencia democrática y de ansias de libertad e igualdad. Porque hemos resistido a la violencia a costa de mucha sangre, mucho sudor  y muchas lágrimas. Dicho de otra manera, con mucho trabajo, jugándonos la vida y pagando un precio de dolor que nadie tiene derecho a pedirnos que olvidemos. Somos capaces de perdonar, pero nunca olvidamos. No olvidamos.

Es la hora de la condena del atentado terrorista, de atender a las víctimas, de hacer sentir la solidaridad de todos los madrileños con sus familiares, de apoyar a nuestros profesionales de los servicios de emergencias, de llorar a los muertos que son de todos y cada uno de nosotros. Es la hora de movilizar a toda la sociedad madrileña contra el terrorismo, por la Paz y por la Libertad. Una Paz y una Libertad que no son negociables, como no es negociable la vida humana. Es la hora de la serenidad, la unidad de los demócratas, la firmeza de toda la sociedad, de todas las instituciones, de todas la fuerzas políticas y sociales, contra el terrorismo.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })