Crispación en la la concentración de la Puerta del Sol

La misma estétia, las mismas proclamas y las mismas banderas -sí, otra vez hubo de las anteriores a la Constitución- en la madrileña Puerta del Sol.

La AVT convocaba a las doce del mediodía de esta última jornada del año y sus fieles no les fallaron. Entre los manifestantes estaban los habituales de sombrero tirolés, chaqueta de paño "verde Fraga" y señores de encrespado flequillo a lo "arriba España", pero no sólo había de los que peinan canas. También jóvenes de flequillo "cuéntame" ondeando banderas del toro de Osborne para pedir la dimisión del presidente. Ya desde Cibeles se coreaba un grito unánime: "¡Zapatero, dimisión!".

A las doce, en parte gracias a las obras, no cabía nadie más en la Puerta del Sol y comenzó la peculiar ceremonia de "las uvas". A cada campanada, un grito de "cobarde" emanaba de las gargantas al unísono. No se dirigían a los terroristas, responsables del atentado, sino al presidente de Gobierno.

A las doce y cuarto, se llegó al consenso de guardar tres minutos de silencio como recuerdo a las víctimas del atentado, pero no fueron tales. Comenzaron con unos ¡Viva España!, seguidos de un padre nuestro, para cerrar el momento con una sentida ovación que pusieron punto final a la iniciativa en poco más de noventa segundos.

Acto seguido Francisco José Alcaraz procedió a la lectura, interrumpida constantemente, de un manifiesto. Abogaba por el cese de la negociación con los terroristas de ETA. Los presentes tomaron la palabra al mismo tiempo para gritar: "España merece otro presidente". Sin motivo aparente cambiaron la consigna, para pasar a alzar la voz con: "11-M, ¿fuiste tú?".

Apenas era audible la convocatoria del próximo martes 2 a las doce, pues los manifestantes comenzaron a gritar: "en La Moncloa" y se dispersaron según  las inquietudes del personal. Unos a sus casas, otros la tomaron con la prensa y muchos siguieron el rumbo por las calles Arenal y Mayor para presentarse en Ferraz.