Tras nueve meses de cese en su actividad terrorista, la organización terrorista colocó una furgoneta-bomba en el Aeropuerto de Barajas, cuando arreciaban entre los partidos y en círculos periodísticos los rumores de un comunicado de la banda armada en estas Navidades.
En contra de las predicciones de todas las formaciones políticas, ETA cometió un atentado esta mañana, sin un comunicado en el que anunciara su intención de acabar con el alto el fuego, y un día después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegurara que dentro de un año el proceso de paz "estará mejor".
El optimismo del Gobierno tras la reunión que mantuvieron interlocutores del Ejecutivo y de ETA el pasado mes de noviembre -en la que la banda no habría planteado romper el alto el fuego- tampoco hacía prever la acción terrorista de hoy, aunque todos reconocían en los últimos meses la posibilidad de la "reversibilidad" del proceso.
Desde el pasado verano la izquierda abertzale anunció que el proceso se encontraba en crisis. En el periodo estival se esperaban "pasos" -que no se produjeron- tanto por parte del Gobierno, a través de un acercamiento de presos, como de Batasuna, que tenía preparados nuevos estatutos para presentar una nueva formación "legal".
A partir del mes de septiembre, se intentaron encauzar "las dificultades" del proceso a través de los encuentros entre los partidos vascos para lograr un acuerdo para un nuevo marco. En ese momento, los encuentros bilaterales entre las distintas formaciones se convirtieron en "una mesa a tres" entre Batasuna, PNV y PSE-EE.
Según estas formaciones, las reuniones se produjeron en un ambiente de "complicidad y confianza" que llevó a consensuar en octubre "un preacuerdo" -que recogía la posibilidad de materializar cualquier proyecto político en el futuro e impulsar un órgano de cooperación con Navarra- y que debía ser ratificado por las Ejecutivas de los partidos.
No obstante, a mediados de noviembre Batasuna aseguró que su "núcleo duro" no aceptaba el documento, lo que fue interpretado como un rechazo de ETA al texto, ya que, hasta entonces, la formación abertzale había mantenido "una actitud muy positiva" ante los avances logrados. Entonces, se produjeron unos días de espera, aunque los contactos entre estos partidos persistieron posteriormente con la esperanza de poder reconducir la situación.
Para entonces, los representantes de la formación ilegalizada comenzaron a insistir más en que, en la actual situación, no era posible "la viabilidad" del proceso y a exigir "valentía". Precisamente, ayer mismo Pernando Barrena reiteró que el proceso, "a día de hoy, no tiene viabilidad" y responsabilizó de ello al PSOE.
El robo de armas
En el pasado mes de octubre también se registró uno de los hechos más alarmantes que hacía dudar de la voluntad de ETA de abandonar la violencia, como fue el robo de 350 pistolas en Francia el día 23 de ese mes. Por su parte, el 29 de noviembre se detuvo a tres miembros de la banda. En esa época, la policía francesa había detectado "movimientos" de activistas de la banda y robo de coches en el país vecino.
Otro suceso preocupante fue la aparición el 23 de diciembre de un zulo con explosivos en la localidad vizcaína de Amorebieta, que había sido realizado en escasos días anteriores.
Además, a medida que avanzaban los meses de alto el fuego se registraba un aumento progresivo de los actos de kale borroka, que, en las últimas semanas, han sido más graves, lo que llevó al consejero del Interior, Javier Balza, a advertir de que se ponía en riesgo el proceso.
El 10 de noviembre se produjeron unas importantes algaradas en Bilbao, durante las que se atacó a dos agentes de la Policía Municipal. Además, el 17 de diciembre radicales quemaron un autobús en Bilbao y el 21 calcinaron otro en San sebastián en pleno día, durante la fiesta de Santo Tomás. Asimismo, el pasado fin se semana atacaron dos domicilios particulares de ertzainas en Rentería y Bilbao.
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