El Rey Juan Carlos ha apelado al consenso y al sosiego a las instituciones y partidos políticos, para "construir un futuro" y acabar con el terrorismo desde el repeto a la Constitución. Nunca antes un mensaje de Su Majestad había estado precedido de tanta expectación como el de esta noche.
El Rey pidió hoy, en su tradicional Mensaje de Navidad, unidad a los partidos políticos y las instituciones para conseguir el "objetivo irrenunciable de poner fin al terrorismo" dentro del respeto a la Constitución.
En este sentido, advirtió que "la única respuesta a la extorsión, la coacción y la violencia es la que resulta de la primacía de la Ley y del Estado de Derecho". "De la profunda crueldad del terrorismo dan testimonio la muerte y el sufrimiento de tantas víctimas, así como el dolor de sus familias, a quienes debemos nuestro respeto, afecto, apoyo y solidaridad", añadió.
Destacó que es hora de "redoblar los esfuerzos" en esa dirección "desde el respeto mutuo, con un diálogo sincero y responsable". "No se trata de renunciar a nuestras propias convicciones, sino de concentrarnos en todo aquello que nos une para buscar el acuerdo en lo esencial, siempre al servicio de un futuro cada vez mejor para España", alegó.
El monarca comenzó su discurso destacando que nunca antes habíamos conseguido recorrer un periodo "tan largo e intenso de paz, estabilidad, progreso y bienestar en democracia y libertad".
En su opinión, las claves de la modernización de nuestro país han sido "la reconciliación, la concordia, la generosidad y la común voluntad de construir una España democrática" y "respetuosa de su rica diversidad" e indicó que la "voluntad de consenso", que en su día hizo posible la Transición, "ha sido también el fundamento de nuestros principales logros".
"Un país con un rico y variado patrimonio histórico, artístico y lingüístico, orgulloso de la fuerza de su creatividad y capaz de alcanzar grandes éxitos culturales, logros sociales o triunfos deportivos", señaló.
Inmigración
Sobre inmigración, el Rey afirmó que son los "éxitos" económicos y sociales del país los que explican los flujos migratorios y agregó que los inmigrantes contribuyen con su "valioso" esfuerzo al crecimiento de España, un esfuerzo que merece "reconocimiento y gratitud". Además, pidió "rigor y solidaridad" para detener el "doloroso drama" de muerte y explotación que implica el tráfico de seres humanos y la inmigración ilegal.
Asimismo, apostó por "redoblar" esfuerzos en educación, así como en investigación e innovación y por asegurar plenamente los derechos humanos y la dignidad de cada persona, sin distinción de "origen, raza, sexo, religión o credo", promoviendo todos aquellos valores que "distinguen" al ser humano. En este punto expresó su gratitud a las instituciones y voluntarios que fomentan esos valores en múltiples ámbitos, una labor en la que la familia desempeña siempre, según dijo, un "papel esencial".
En lo que respecta a las relaciones internacionales, subrayó que el bienestar, crecimiento y seguridad del país depende "cada vez más" del exterior, y recordó que acaban de cumplirse veinte años de la integración española en la Unión Europea. Así, resaltó la pertinencia de reforzar la presencia internacional de España para "seguir progresando", y abogó por "sumar fuerzas" para ganar "eficacia y cohesión" en la promoción y defensa de nuestros intereses en el mundo.
El monarca agradeció el "esfuerzo y sacrificio" que, a favor del mantenimiento de la paz y de la protección de los derechos humanos, asumen las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad en el "eficaz" cumplimiento de sus tareas. Además, resaltó la importancia de la Cooperación al Desarrollo dentro de la acción exterior española y reconoció el esfuerzo de solidaridad de los cooperantes españoles, "que dan lo mejor de sí mismos por los demás en todo el mundo".
"Más bienestar"
Señaló también que gracias a la "dedicación" y al "empeño" de todos, España sigue creciendo de forma sostenida por encima de la media europa, "mejorando servicios, prestaciones sociales e infraestructuras". "Nuestro afán de bienestar ha de ser una ambición permanente, que nos permita crecer en valores individuales y colectivos para construir un futuro siempre más próspero, justo y solidario", apuntó.
Además, manifestó la conveniencia de reforzar la lucha contra la pobreza, la marginación o la exclusión social, seguir corrigiendo desigualdades, atendiendo en mayor medida a los discapacitados y amparando a quienes más lo necesitan. A su juicio, la reciente aprobación por "unanimidad" de la Ley de Dependencia es un "buen ejemplo" del "esfuerzo común" que se puede desarrollar. Resaltó también que "más y mejor" empleo, protección social, cobertura sanitaria o acceso a la vivienda son "legítimas preocupaciones y aspiraciones de los españoles".
Don Juan Carlos expresó su gratitud a "cuantos cada día, y también esta noche", atienden la sanidad, seguridad y "tantos otros" servicios. Aseguró tener "plena" confianza en el futuro de España y en todos los españoles, y recalcó la importancia de seguir adelante con "orgullo y autoestima", evitando caer en la "indiferencia". "Debemos estar profundamente convencidos acerca de nuestras posibilidades, ser respetuosos con nuestra diversidad, sin perder nunca la unidad que nos da la fuerza y la dimensión necesarias para el progreso", subrayó.
Finalmente, indicó que en ese afán por construir "juntos" una España mejor nunca faltará el impulso "moderador e integrador" de la Corona, así como su "plena entrega" personal y su "mejor voluntad" de servicio al país, "una tarea que tiene en el Príncipe de Asturias la mejor garantía de futuro". Para concluir, reiteró "de corazón" su "mayor afecto y mejores deseos" para todos de cara a estas fiestas navideñas y para el año 2007.
Este es el texto íntegro del su mensaje
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