García Antón realizó estas declaraciones durante el acto de inauguración de los tramos de la autovía A-23 Mudéjar entre el límite de la provincia de Castellón y Teruel-Sarrión, y entre el río Palancia y Viver, tras ser preguntado por los periodistas acerca de su opinión en cuanto a la falta de consenso entre los ayuntamientos de Castellón y Benicàssim con respecto al desdoblamiento de la carretera N-340.
"Lamento lo que está pasando porque es un trabajo hecho desde la conselleria en colaboración con los dos ayuntamientos y habíamos llegado a una solución que parecía de consenso y así la llevamos al ministerio de Fomento", indicó el conseller, quien también mostró su preocupación por el hecho de que "no se tomen posturas serias y que al final dos corporaciones importantes no tomen los acuerdos necesarios".
En su opinión, "las complicaciones que parece haber en el Ayuntamiento de Benicàssim" se deben al periodo pre electoral. "Estamos en periodo casi electoral y eso hace que los acuerdos, a veces, sean más difíciles, pero estas infraestructuras son inaplazables", aseguró García Antón, para añadir que "lo que no se puede hacer es estar con ese titubeo de hoy, sí y mañana, no", señaló en referencia a la reciente decisión del alcalde de Benicàssim, Manuel Llorca, de retirar su apoyo a dicho desdoblamiento de la N-340.
Autovía Mudéjar
Con respecto a los dos tramos de la autovía A-23 Mudéjar inaugurados este jueves, el conseller de Infraestructuras señaló que su puesta en marcha "es un buen acontecimiento porque este eje es fundamental", dijo.
Sin embargo, García Antón lamentó
"el retraso de siete meses del tramo Viver-Barracas, de unos 14 kilómetros, como consecuencia de modificaciones que surgen siempre en estas actuaciones complicadas", explicó, al tiempo que afirmó que se va a solicitar al Ministerio de Fomento
"que acabe esta actuación cuanto antes, ya que nos gustaría --dijo-- que todo estuviera resuelto para la Comunitat Valenciana para 2007", puntualizó.
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